El suceso ocurrió cuando una limpiadora trabajaba en el tanque de proa de una fragata en construcción para la Armada noruega. De repente, la mujer cayó desplomada. Rápidamente, tres compañeros acudieron en su auxilio y, según confirmaron fuentes del comité de empresa, fueron descendiendo uno por uno y sufrieron una «muerte fulminante por asfixia» ante la falta de oxígeno en el tanque, un habitáculo de cuatro metros cuadrados emplazado en el primer nivel del buque, y cuya botadura estaba prevista para el próximo 25 de mayo.