Japón está conmocionada tras conocer el caso de Chisako Kakehi, una aparentemente inocente anciana de 67 años a la que se la acusa de envenenar a sus cinco maridos para cobrar sustanciosas herencias, que están cifradas en 800 millones de yenes, unos 5,5 millones de euros, y que recibió en los últimos 20 años, según recoge la CNN.
Kakehi niega las acusaciones: "Yo no lo maté, no sé cómo matar a alguien", dice la anciana, después de que un informe de la autopsia de su último marido revelase la presencia de cianuro en su organismo. Este hombre, de 75 años, falleció sólo dos meses después de casarse con Kakehi, lo que hizo sospechar a las autoridades.
Los primeros maridos, además, también murieron en extrañas circunstancias. El primero sufrió un accidente de moto, pero también tenía cianuro en su organismo. El problema es que en Japón las autopsias son poco frecuentes, por lo que probar que participó en todas sus muertes es muy difícil.
En Japón se han producido recientemente otros dos casos de 'viudas negras'. En uno, la acusada acabó supuestamente con la vida de tres hombres y otro, la mujer supuestamente drogó y ahogó a dos varones. Ambas han apelado sendas sentencias de muerte.
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