Los dueños de los establecimientos dicen no sentirse seguros ante la escasa presencia policial y exigen que se refuerce la vigilancia. «Va por rachas, pero es cierto que en primavera y verano los robos se multiplican», explica Antonio Amor, presidente del centro comercial urbano Zona Obelisco. Aunque, según explican los afectados, «es una lotería» ver a quién le toca reparar su escaparate cada semana (que cuesta como mínimo unos 2.000 euros), dicen que al ser una zona con pocos vecinos y muchas tiendas, los robos son más frecuentes.

«A veces sólo se llevan caprichos»

Romper un escaparate y llevarse algo, aunque sólo sea el pie izquierdo de un par de zapatos; ése es el robo más común que sufren los comercios de la zona centro, donde, según explican los vendedores, a veces destrozan más de lo que se llevan. «Muchas veces no roban porque lo necesitan, sino porque se envalentonan delante de otros y sólo cogen caprichos», asegura Antonio Amor. Las tiendas con escaparates interiores suelen ser el principal objetivo de los vándalos.