Dos jóvenes falsificadores de billetes han aceptado penas de dos y tres años de prisión en un acto de conformidad celebrado en la Audiencia de Ourense, tras lo que han quedado en libertad a la espera de que se notifique la sentencia de la condena.

Inicialmente, el fiscal pedía siete años de prisión para Ricardo L.R., por un delito continuado, que ha aceptado tres; y cuatro para Borja L.C., por un delito de falsificación, que ha aceptado dos.

Según sostiene la Fiscalía de Ourense, ambos acusados llegaron a Xinzo de Limia en noviembre de 2012 con 450 euros en billetes falsos de 50, 20 y 10 euros "con pleno conocimiento de su falsedad y con la intención de introducirlos en la circulación" por lo que hicieron pequeños gastos en dos bares y una frutería, por los que recibieron el cambio en moneda legal.

Los billetes de los acusados "eran fácilmente confundibles con un billete legítimo, con el consiguiente peligro para la economía" y los autores eran "conscientes de la potencialidad para inducir a error en terceros", según recoge el escrito de la acusación pública.

En locales de Xinzo de Limia colocaron 60 euros y dos meses después, uno de los acusados -Ricardo L.R.- llegó a Avilés donde colocó otros cien euros en billetes falsos, al hacer pagos en tres taxis y una floristería "con pleno conocimiento de la falsedad" de los billetes y "con la intención de introducirlos en la circulación".

En abril de 2013, tras el seguimiento policial de las actuaciones de los acusados, se produjo un registro domiciliario en Gijón, con el consentimiento de Ricardo L.R., y se encontraron billetes de 20 euros, folios impresos por las dos caras con billetes de 20 y 10 euros, algunos en blanco y negro, y dos hojas de papel timbrado con impresión de billetes de 20 euros, dos cúter, una regla metálica y tinta de color.

El juicio estaba previsto en la Audiencia Provincial para las 10,00 horas de este jueves, pero finalmente no se celebró tras diez minutos de acto de conformidad en el que los dos acusados se declararon culpables ante los magistrados, y el fiscal rebajó la pena teniendo en cuenta circunstancias como la baja cuantía de lo falsificado, según fuentes jurídicas.

TESTIGOS

Al finalizar la vista, la media docena de testigos convocados por el fiscal se cruzó con los dos acusados, que quedaron en libertad a la espera de que sea comunicada la sentencia a cumplir. A ambos, además, les había sido impuesta otra pena en Gijón en 2011 por delito de violencia de género.

Fuentes consultadas han indicado a Europa Press que, asimismo, tienen juicios pendientes por delitos semejantes en Torrelavega, Cantabria y Asturias, y una investigación abierta de la brigada especial del Banco de España.