El rifirrafe entre Zaplana y la vicepresidenta del Congreso, Carme Chacón, se produjo al concluir la intervención del portavoz del grupo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rubalcaba había afirmado que si el PP siguiera gobernando hoy, "Las tropas españolas seguirían en Irak, 700.000 inmigrantes estarían trabajando sin contrato ni derechos y Urdaci seguiría presentando el telediario".

El portavoz socialista censuró el discurso efectuado ayer por el líder del PP, Mariano Rajoy.

Antes de las intervenciones de Rubalcaba y Zaplana (desde el escaño y con el reglamento de la Cámara Baja en la mano), intervinieron los portavces de los grupos minoritarios.

A la intervención de Paulino Rivero, portavoz de Coalición Canaria, el presidente ha anunciado la puesta en marcha "de manera inmediata" de un plan específico de inmigración para las Islas.

El jefe del Ejecutivo debatió separadamente con los cuatro portavoces de las fuerzas que integran el grupo Mixto, una práctica inédita en los debates de política general, en los que el presidente solía responder a todo el grupo en su conjunto.

Con el portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, y con la vista puesta en las próximas elecciones gallegas, Zapatero cruzó mensajes de colaboración futura con la idea de avanzar en el autogobierno de Galicia y en el reconocimiento de su identidad.

Rodríguez había hecho una lectura crítica del primer año de gestión del Gobierno, pidiendo un nuevo estatuto y un sistema de financiación propio para que Galicia pueda "responsabilizarse de su futuro", pero también expresó su deseo de que BNG y PSOE mantengan una relación "realista y responsable" no basada en la "propaganda".

Zapatero le invitó a compartir "un espacio intenso" de trabajo en común por el bien de Galicia.

"Tengo la sensación de que, en el futuro, vamos a estar invitados a colaborar en el ámbito de Galicia", pronosticó el presidente, quien agradeció la relación mantenida en el último año con el BNG, que apoyó su investidura.

Francisco Rodríguez hizo especial hincapié en la falta de inversiones para infraestructuras en Galicia, en sus problemas sociales y migratorios y en la crisis de los sectores naval y pesquero, reclamando un mayor esfuerzo presupuestario y un plan de reindustrialización para las comarcas en peor situación.

Zapatero hizo un relato pormenorizado de todas las actuaciones del Gobierno en favor de Galicia durante el pasado año y recordó los compromisos y planes de inversión previstos para este ejercicio.

Al portavoz de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, Zapatero le garantizó que Aragón está presente en la labor de su Ejecutivo, y dijo que, además de impulsar las infraestructuras y la solución a los problemas del agua, presentará, antes del 15 de julio, un plan específico para Teruel.

Zapatero resumió el último año para esta comunidad con una frase: "hemos pasado de tener la amenaza y el riesgo del trasvase del Ebro, que tanto rechazo y desazón producía a cientos de miles de aragoneses, a conseguir una Exposición Universal en Zaragoza que va a permitir el desarrollo de Aragón y va a ser un espejo para el mundo".

El jefe del Ejecutivo aseguró a Labordeta que su Gobierno ya está trabajando para intentar paliar el riesgo de sequía este año mediante "obras de emergencia" y expresó su confianza en que el Parlamento de Aragón alcance un "amplio consenso" en la elaboración del nuevo estatuto para esta comunidad.

El portavoz del CHA, por su parte, se mostró satisfecho con la derogación del trasvase del Ebro, pero aseguró que "hay que dar más pasos en la cultura del agua" y reclamó una mejoras en las vías de comunicación entre Aragón y Francia.

Además, exigió a Zapatero que cumpla con el compromiso de "giro hacia la izquierda" por el que la Chunta apoyó su investidura.

El debate con la diputada de EA, Begoña Lasagabaster, sirvió para que el presidente recabara su apoyo de cara a una posible solución a la violencia terrorista de ETA. Zapatero consideró "deseable" que no existiera la Ley de Partidos, algo que a su juicio sería factible con el fin del terrorismo etarra y pidió a Lasabaster que comprenda las circunstancias que llevaron a firmar el Pacto Antiterrorista.

La portavoz de EA le había pedido que tuviera "coraje y valentía" para abordar una "transición inacabada" y afrontar la pacificación del País Vasco.

El jefe del Ejecutivo le replicó que "cada momento tiene su afán" y dijo que el Pacto Antiterrorista, que negó fuera "antinacionalista", respondió a un momento determinado de atentados de ETA después de que rompiera la tregua.

En su intervención, Lasagabaster consideró que el balance del año de Gobierno está lleno de claroscuros, ya que aunque se ha avanzado en determinadas materias, no se han apoyado las infraestructuras vascas y se ha seguido "atacando" al concierto económico.

Pero, sobre todo, lamentó que se haya seguido aplicando mal la Ley de Partidos (que calificó de estéril) y el Gobierno y el PP formaran una "entente" que llevó a rechazar el plan Ibarretxe, cuyos principios consideró que siguen siendo avalados por la ciudadanía.

Ante la actitud de Zapatero en relación con el futuro de Euskadi, Lasagabaster garantizó el apoyo de EA para lograr la pacificación, pero advirtió de que ese trabajo discreto "de cocina o rebotica, o esas mesas extraparlamentarias, en ningún caso podrán sustituir o anular al Parlamento vasco".

Por su parte, diputada de Nafarroa Bai (NB), Uxue Barkos, garantizó al presidente que su partido será un "leal compañero" en un "hipotético escenario de pacificación" vasco, y aseguró que no "entorpecerán" este proceso con un "uso partidario de Navarra".

La diputada nacionalista remarcó que considera que "el futuro político de Navarra corresponde únicamente a los navarros", pero afirmó que en ese "hipotético escenario de pacificación del que llevamos hablando prácticamente dos días", su grupo "no usará de forma partidista el concepto de territorialidad".

Además del problema de la violencia terrorista, para cuya solución también pidió "coraje" a Zapatero, el otro eje del discurso de Barkos fue el modelo territorial del Estado, asunto en el que exigió y consiguió el "compromiso sólido" de que se respetará el régimen foral de Navarra.

Zapatero agradeció la ayuda y confianza prometida por la diputada y le invitó a mantener una "actitud constructiva" para colaborar en la solución de estas cuestiones.

El presidente del Gobierno añadió: "para mí, España significa democracia, por eso quiero una España entera, porque será la manera de tener una democracia entera".