Expertos defienden el empleo blanco, que "hace economías más sólidas" a la vez que solucionan problemas ciudadanos

El 33% de los mayores usuarios de ayuda a domicilio sufre caídas y la mayoría carece de un entorno adaptado, según un estudio de la empresa
Participantes en el acto del 20 aniversario de Macrosad.
Participantes en el acto del 20 aniversario de Macrosad.
EUROPA PRESS
Participantes en el acto del 20 aniversario de Macrosad.

El administrador de Macrosad, Andrés Rodríguez, ha reivindicado el papel del empleo blanco, vinculado a la prestación de servicios sociales, puesto que "hace economías más sólidas" a la vez que resuelve "problemas de la ciudadanía", sobre todo desde la atención a personas mayores o con alguna dependencia.

Así lo ha destacado este lunes durante el acto del 20 aniversario de esta empresa jiennense, que se ha celebrado en la Universidad de Jaén, con la asistencia, entre otros, de la secretaria general de Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Ana Rey; el presidente de la Fundación Ageing Lab, Alfonso Cruz, y la directora de área de Mayores de la Diputación de Jaén, Teresa Vega.

A preguntas de los periodistas sobre el escenario actual de esta actividad, Rodríguez ha comentado que "no es aparentemente adecuado", si bien ha subrayado que en países como "Dinamarca, que ha aguantado bien los vaivenes de la crisis, 14 de cada 100 están vinculados a este sector", mientras que en España no se llega a cinco.

"Países que invierten en derecho de ciudadanía hacen economías mucho más sólidas y tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para poder invertir, que no gastar, porque permite un retorno, que es consumo, económica más fuerte. Sólo hay que creérselo y nosotros somos un granito de arena en este contexto", ha dicho.

A su juicio, "la gran pregunta es cómo se financia" este tipo de sistemas, ya que "casi todo el mundo tiene claro que se necesita". Al hilo y tras recordar que el "envejecimiento nos afecta a todos" y "comienza cuando nacemos", ha apuntado que se trata de "una cuestión de asignación de recursos y de prioridades", de ahí que haya incidido en que los agentes que intervienen, públicos y privados, "deben ser lo suficientemente sensibles y conscientes del valor que aportan".

En este sentido, ha valorado el "avance" que supone en Andalucía el Anteproyecto de Ley para los Servicios Sociales y más "en un momento tan complejo" como el actual. Para Rodríguez, que ha precisado que Macrosad ha participado en grupos de debate, "viene a apuntalar el sistema o derecho de ciudadanía más nuevo, que en principio no sé por qué, será porque es el más nuevo, es el primero que tiene que sufrir determinados ajustes".

La secretaria general de Políticas Sociales de la Junta, de su lado, ha recordado que la "lucha" que se vio con la elaboración de la Ley de Autonomía Personal sobre si los servicios sociales deben quedar o no en manos públicas "no ha terminado" y "está la gran empresa, sobre todo aseguradora", que quiere entrar en el ámbito de estos servicios, donde "hay nichos de negocio muy importante".

Desde ahí, según ha añadido, se entra "en el discurso neoliberal de 'mucho menos Estado más individuo'" que "está llevando a una falta de cohesión social" como demuestra que "España es ahora uno de los países más desiguales de Europa". "Esto nos tiene que hacer pensar. En Andalucía, desde luego, no estamos dispuestos a dar un paso atrás, nos cueste lo que nos cueste y cada vez que el Gobierno de España da un avance en ese sentido establecemos una batalla legal porque queremos que siga siendo un servicio público, independientemente de que, como no sobra nadie, las empresa hagan la prestación de los servicios que sean necesarios", ha manifestado.

COMPROMISO

De hecho, Rey ha aludido al apoyo del Gobierno andaluz con firmas que "se comprometen" con Andalucía y crean un "empleo de calidad, fundamentalmente femenino" que "ayuda a fijar la población al territorio. Macrosad, ha recalcado, es un ejemplo de ello con una "trayectoria muy importante en cuidado a las personas", de modo que es un "ejercicio no sólo empresarial sino también de compromiso" con la sociedad.

La cooperativa es, además, una de las promotoras, junto a la Universidad de Jaén, de la Fundación Ageing Lab. "Estamos dedicados a ver lo que hace la gente que sabe hacer cosas y nos estamos dando cuenta de que muchas están hechas. El problema es que no se exportan o no se replican", ha comentado su presidente.

Por ello, entre las funciones de esta entidad, está la destinada a identificar buenas prácticas, a la que desde la Universidad se le da "respaldo científico" y desde ahí se pone en el mercado. Una de ellas es, según ha precisado Cruz, el estudio que se ha presentado en el marco de la celebración del 20 aniversario de Macrosad y que pretende mejorar la intervención y prevenir una mayor dependencia.

Con el título 'Perfil de la persona usuaria del servicio de ayuda a domicilio: una mirada desde la vulnerabilidad y la fragilidad', es el resultado de una intensa labor de investigación con personas mayores atendidas en el Servicio de Ayuda a Domicilio de la entidad en las provincias de Jaén y Sevilla.

Mejora en la intervención

Rodríguez ha explicado que el objetivo es "poner en valor lo que está ocurriendo en el hogar desde el prisma de la fragilidad, la vulnerabilidad, la caída" e intentar, con expertos que puedan construir un paradigma distinto de la intervención, su mejora al menos desde la óptica de la cooperativa como proveedora de servicios.

Como principales conclusiones, destaca que el perfil del usuario del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es el de una mujer con dependencia severa y una media de 81 años. Ha trabajado en agricultura y/o ganadería, tiene una pensión contributiva y puede leer y escribir. En general dispone de apoyo familiar: hijos y cuidador principal a tiempo parcial, conviven en pareja y solo rotan de domicilio en un 17 por ciento de los casos.

Entre las patologías y necesidades más frecuentes por las que necesitan apoyo, sobresalen la hipertensión, diabetes, artrosis, alzheimer, depresión mayor, encamados y soledad. Respecto a este último dato, si se tiene en cuenta que una de las tareas más frecuentes del SAD es el apoyo en la vida familiar y social, se hace necesario potenciarlo, por lo que no es suficiente la existencia de apoyo familiar, sino que la persona necesita mantener y fomentar sus relaciones sociales.

Igualmente, llama la atención que el 33 por ciento de usuarios sufre caídas y es iterativo (el 67 por ciento vuelve a caerse), lo que puede estar relacionado con el 'síndrome del temor a caerse'. De otro lado, la mayoría de los hogares tienen una accesibilidad básica y, sin embargo, las personas atendidas requieren apoyo para la movilidad, lo que supone que no existe adaptación del entorno tanto a nivel físico como organizativo y de planificación.

Para Macrosad, la persona que atiende en el domicilio es clave como agente de entrenamiento preventivo, donde los proveedores de servicios y los poderes públicos sean promotores de ello. Así, se lograría la permanencia de la persona mayor autónoma en su entorno y se reduciría el consumo de recursos sanitarios.

El estudio, que ha contado con la coordinación y revisión de contenido de la Fundación Ageing Lab, refleja también que se atiende a la persona desde servicios y recursos que funcionan de forma independiente (salud vs social), pero no se producen sinergias para cubrir lagunas como la convalecencia. Por ello, la cooperativa cree que la convergencia entre agentes implicados podría contribuir a dar un paso más, atendiendo a una misma necesidad desde diferentes enfoques y aprovechando los recursos de una manera más eficiente.

Los datos del estudio proceden de una muestra representativa para una población de 2.925 usuarios que gestiona Macrosad. Esto supone que es una "muestra fidedigna y representativa" de la situación del sector en Andalucía. Además, la intención es que tenga una continuidad, ya que se prevé hacer una monitorización y seguimiento de los aspectos más relevantes detectados.

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