Un vídeo de la agresión que sufrió el pasado 11 de octubre en Barcelona un hombre ucraniano de 57 años, que ya ha salido del coma pero sigue con pronóstico reservado, ha sido clave para poder identificar y detener a los tres supuestos autores de la agresión, uno de los cuales está en prisión.

El titular del juzgado de instrucción número 27 de Barcelona tiene en su poder el vídeo, que fue grabado por una periodista que acudió a la reunión convocada por el Comité de Solidaridad con los Antisfacistas Ucranianos, tras la cual se produjo la agresión.

Los hechos ocurrieron el pasado 11 de octubre cuando, durante la asamblea abierta de este Comité de Solidaridad, un grupo de asistentes abandonó la reunión porque los demás congregados les acusaron de tener opiniones fascistas.

Cuando el grupo, entre ellos un matrimonio de turistas ucranianos que estaban en Barcelona para visitar a unos amigos, salió del local, se encontraron de frente con un grupo de jóvenes, de nacionalidad española y ajenos a la asamblea, que les increparon y agredieron, e incluso les propinaron golpes con el casco, como se aprecia en el vídeo que obra en poder del juez.

Según han informado las fuentes cercanas al caso, este vídeo es el que permitió a los Mossos d'Esquadra identificar a los tres supuestos autores de la agresión, pertenecientes a una plataforma antifascista. De los tres detenidos, el que supuestamente golpeó con un casco de moto la cabeza del hombre ucraniano de 57 años permanece en prisión provisional acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa.

El agredido permanece hospitalizado y, si bien en los últimos días ha logrado salir del coma, sigue con pronóstico reservado y, en el mejor de los casos, se enfrenta a un largo proceso de rehabilitación, según las fuentes consultadas. Otros cuatro acompañantes del turista ucraniano de 57 años también sufrieron lesiones, aunque de menos gravedad, al recibir varios golpes durante la agresión.

El juez que investiga esta agresión ha ordenado, entre otras diligencias, que se compruebe el registro de llamadas de todos los asistentes a la reunión, para ver si alguno de ellos avisó a los tres supuestos agresores para que les fueran a encontrar a su salida del local para agredirles.