El teniente de alcalde de Economía, Hacienda e Innovación del Ayuntamiento de Palma, Julio Martínez, ha defendido este miércoles la apuesta por la optimización como clave para "sanear las cuentas municipales, reducir la deuda y no subir impuestos priorizando los servicios básicos para que la ciudad funcione".

Así se ha pronunciado durante la Jornada BBVA con las Administraciones Locales 2014 celebrada en Madrid, donde ha remarcado

"la confianza mostrada y el grado de cumplimiento alcanzado por todas las áreas municipales a la hora de aplicar criterios de optimización en la gestión de los recursos".

Durante su intervención, se ha mostrado contrario a la propuesta del Informe Lagares de "compartir el ingreso del IBI con el Estado y cada Comunidad Autónoma" en compensación por ejemplo por la eliminación de tributación de las transmisiones patrimoniales.

Martínez ha lamentado que la regla de gasto "no tenga en cuenta la situación individualizada de cada municipio" y ha defendido la necesidad de "diferenciar la gestión de los buenos gestores municipales de la desarrollada por los malos" de manera que a los primeros "se les puedan aplicar excepciones a la regla de gastos para inversiones que generen eficiencias, ya que no tiene sentido tratar a todos por igual, tanto si gestionas bien como si lo haces mal".

Según ha dicho, "las medidas que están en la normativa no son necesarias si eres un buen gestor". En caso de ser un mal gestor y de gastar lo que no se ingresa, las medidas que están reguladas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, "como tener que hacer un depósito bancario de una parte de la participación de tributos del Estado o tener que declarar créditos presupuestarios no disponibles por el déficit creado, ya que no serán realmente efectivos, son difíciles de realizar sin voluntad política y además no tendrán información los ciudadanos para poder juzgar esa mala gestión".

Martínez ha apuntado que "si un gestor gasta más que lo que ingresa generando déficit público, esto fuerza a aprobar medidas restrictivas. La mala gestión de unos pero que perjudica a todos tiene consecuencias para esos gestores y una medida es obligarles a subir impuestos si no quieren bajar los gastos".

Por último, ha planteado mejorar la corresponsabilidad fiscal "mediante la división clara de los tributos en cada nivel de administración, sin compartirlos, de manera que los ciudadanos sepan qué gobierno le pide los impuestos y cómo los gasta". De este modo, en opinión de Martínez, "se mejoraría una exigencia de incremento de la transparencia que piden los ciudadanos ya que éstos sabrían dónde van claramente los tributos que pagan".