Unos sobrinos denuncian coacciones a uno de los fallecidos. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Fuengirola acoge hoy el juicio por una demanda presentada por una familia de Pruna (Sevilla) contra otra de Málaga por una herencia de diez millones de euros tras la muerte de los tíos de ambas ramas familiares, que fallecieron sin descendencia. El matrimonio había hecho público su deseo de repartir su herencia entre todos los sobrinos.Ella murió el 17 de mayo de 2001 por causas naturales y él se quitó la vida el 20 de junio de 2002 –tras una depresión por la muerte de su mujer– sin que cambiaran su testamento para incluir a los tres sobrinos de Pruna, explicó a Europa Press su letrado, Fernando Osuna. Según la demanda, una de las sobrinas de Pruna, familiar de la  mujer, fue la persona que «atendió a su tío», mientras que el familiar directo de éste «nunca se preocupó de su salud, sino de sus bienes». Así, señala que llegó a coaccionar a su tío para que no alterara el testamento.