Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Mérida a cinco personas consideradas miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de hachís

La investigación de esta actuación comenzó hace cuatro meses, cuando la Policía Nacional tuvo conocimiento, por parte de diversas fuentes, de la existencia de un grupo de personas dedicadas a la distribución de hachís en la localidad de Mérida y alrededores.

Así, y tras las gestiones llevadas a cabo por los agentes actuantes, han comprobado la existencia de este grupo criminal, "perfectamente estructurado y con los papeles de actuación debidamente definidos".

Según explica la Policía Nacional en nota de prensa, el cabecilla de la banda, de origen marroquí, era el encargado de comprar la sustancia estupefaciente y recepcionarla, que era trasladada normalmente a través de "muleros" (individuos, normalmente de origen marroquí que trasportan el hachís en el interior de sus cuerpos, ingiriéndola y expulsándola posteriormente en el lugar de destino).

Su mano derecha era un joven de Calamonte, quien se encargaba de la posterior venta al menudeo de la droga y de captar a posteriores "trapicheros" de esta sustancia estupefacientes.

Los otros tres detenidos en esta operación eran dos vendedores finales, quienes distribuían la droga a los consumidores, así como una mujer, que se había encargado de trasportar la droga hasta Almendralejo.

Así, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la fecha y hora en que se iba a realizar el "pase", llevaron a cabo una coordinada espera, procediendo a la detención de estas cinco personas, cuatro hombres y una mujer, y a la incautación de un total de 137 "bellotas" de hachís.

Cebe reseñar que dentro de esta operación, la semana anterior se procedió a la detención de dos hombres más, en Zafra, y a la intervención de 2 kilogramos de hachís, supuestamente destinado a la entrega del "cabecilla" de esta organización.

Los detenidos son dos españoles y tres marroquíes, tras la instrucción del pertinente atestado fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, decretando ésta el ingreso en prisión del presunto "encargado" de la organización.