Ante unos 40.000 seguidores reunidos en un mitin-concierto en un estadio de París, la candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, replicó en el día del trabajo a los ataques de su rival conservador, Nicolas Sarkozy, contra el movimiento estudiantil de mayo de 1968 y su herencia.

A cinco días de la última ronda de las elecciones presidenciales, Royal se presentó como la candidata de "la paz civil" y contrapuso su voluntad de reformar Francia "sin brutalidad" a las "violencias" del "peligroso" proyecto de su contrincante de la UMP.

Hace dos días, en un mitin en el complejo parisino de Bercy, Sarkozy había achacado los males de Francia a las revueltas de mayo del 68 y prometió "liquidar" esa herencia.

"Él decía que la culpa de todo la tenía mayo del 68. ¿Qué mosca le picó? Mayo del 68 fue hace 40 años", dijo Royal.

Si el candidato conservador "sueña con conocer un nuevo mayo del 68 para restablecer el orden, yo quiero, por el contrario" que por medio del "diálogo, el debate, los compromisos sociales, las convergencias inteligentes", Francia pueda "avanzar sin perder tiempo, sin bloqueos, sin alzar a los franceses unos contra otros. En una palabra, sin violencia", afirmó Royal.

Según Royal, "Francia no se dejará engañar por opciones que, aún engalanadas con las plumas de la ruptura y la novedad, están marcadas por la impronta de los fracasos y la amnesia de los balances".

Le Pen no deshoja la margarita

El líder de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, urgió el martes a sus seguidores a abstenerse en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo antes que dar el voto a cualquier de los dos candidatos: Nicolas Sarkozy o la socialista Ségolène Royal.

"Invito a los votantes que confiaron en mí a no dar su voto ni a Madame Royal ni a Mr Sarkozy", dijo Le Pen ante miles de seguidores en un mitin en París para homenajear a la heroína medieval Juana de Arco.