El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, se dirigirá el lunes a la nación en medio de una crisis por la elección de presidente que ha enfrentado a los partidarios del laicismo, incluyendo al poderoso Ejército, con su Gobierno de raíces islamistas.

Los mercados financieros de Turquía cayeron en las primeras operaciones ante el miedo de los inversores por la inestabilidad generada por un desafío judicial al proceso de elección presidencial y una masiva manifestación contra el Partido AK en el Gobierno.

Erdogan está recibiendo fuertes presiones por parte de los secularistas para que retire al candidato del Partido AK a la presidencia, el ministro de Asuntos Exteriores Abdula Gül, un ex islamista cuya mujer lleva el tradicional pañuelo musulmán.

Sigue siendo candidato

Gül dijo el domingo que seguía siendo candidato para la elección, que se realiza en un Parlamento en el que el AK tiene una abrumadora mayoría.

El Tribunal Constitucional de Turquía empezó el lunes a examinar una petición de la oposición para suspender las elecciones presidenciales, una iniciativa que llevaría a un adelanto de las parlamentarias y, según muchos analistas, ayudaría a aliviar tensiones.

El tribunal ha dicho que intentará emitir su veredicto antes del miércoles, cuando el Parlamento debe celebrar una segunda ronda de votación sobre la candidatura de Gül.

El Gobierno del Partido AK, que defiende un programa de reformas económicas y sociales liberales diseñadas para llevar al país a la Unión Europea, se enfrenta a su mayor crisis desde que fue elegido en 2002.

Crisis en el país

La oficina del primer ministro dijo que se dirigiría a la nación a las 20:15 hora local (19:15 hora española).

Erdogan realiza habituales declaraciones en televisión para subrayar los éxitos de su Gobierno, pero se prevé que esta vez se centre en la crisis.

El domingo, hasta un millón de personas asistieron a una manifestación antigubernamental en Estambul.

Muchos asistentes acusaron al Gobierno de planear un Estado islamista y lo criticaron por consultar a la oposición sobre la elección del presidente, que tiene un gran peso simbólico y tiene importantes poderes de veto y nombramientos.