En cuanto a actos vandálicos, se produjeron 314 agresiones contra las instalaciones (papeleras, bancos, máquinas expendedoras), 290 apedreamientos a los trenes –la mayoría cuando salen a los tramos en superficie–, 147 firmas y rayajos en el mobiliario y 120 graffiti.

Los malos comportamientos en los trenes (correr en su interior o poner los pies en los asientos) se repitieron 235 veces. Precisamente, éste fue el motivo de una trifulca entre un señor mayor y un adolescente en la línea 3. Un amigo del joven lo grabó con el móvil, y el vídeo triunfa en youtube con 299.000 visitas.

Respecto a las multas, fuentes de FGV, señalan que la mendicidad no está penada, tan sólo invitan a los mendigos a irse. Los graffiti y los apedreamientos sí que se denuncian a la Policía.

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La gracia de hacer sonar la alarma

En la línea de las gamberradas dentro del metro, ocupan también un lugar destacado aquellos que hacen sonar la alarma de incendio de los trenes a modo de broma, y con la consecuencia de que el tren tenga que parar. Hasta 250 veces lo hicieron el año pasado. Por otra parte, los servicios de seguridad prestaron auxilio a 350 personas ante algún tipo de enfermedad o malestar, o ante cualquier tropezón o resbalón en las instalaciones. Además, se registraron 65 colisiones o arrollamientos, la mayoría de ellos, en la línea 4 del tranvía.