En varias ocasiones, los agentes son llamados por los vecinos de la presunta víctima lo que refleja la sensibilización que existe en la ciudad olívica sobre la violencia de sexo. Aunque, según los datos de la Policía Local, en el 90% de los casos en los que la llamada proviene de alguien externo la mujer no presenta denuncia.

Detenciones

En algunos casos, el presunto agresor es conducido a las dependencias policiales para tomarle declaración. En el caso de que haya quebrantado una condena la Policía tiene que detenerle.

Galicia registró 1.886 detenciones por malos tratos durante 2006, de las que 619 se produjeron en la provincia de Pontevedra. Encabezando el ranking provincial está Vigo con 516 denuncias cursadas el pasado año. Dicho de otro modo, en la ciudad olívica se juzgaban dos casos diarios sobre violencia doméstica.

El aumento en el número de casos de malos tratos se hace patente en otros servicios de la ciudad como el Juzgado de Violencia de Género o la Red Vecinal de Mujeres contra los Malos Tratos.

Y es que, la única sala específica para malos tratos de  Galicia, continúa desbordada y sus trabajadores siguen teniendo que hacer horas extras para asumir la demanda. Desde su apertura el pasado mes de enero se tramitan tres expedientes al día en el juzgado vigués. Mientras, en la Red Vecinal cada semana cuatro mujeres acuden solicitando asesoramiento.

Un paso más en la lucha

A partir de ahora, los médicos de Atención Primaria deberán registrar las sospechas  de malos tratos en la historia clínica de sus pacientes, aunque éstas no los reconozcan. El protocolo para la detección precoz de violencia doméstica, que fue presentado por el Ministerio de Sanidad la semana pasada, obliga a los facultativos a denunciar los casos, a la vez que les proporciona pautas de intervención.

La Oficina de Atención a las Víctimas de Vigo sigue sin poder abrirse

Lleva cuatro meses de retraso. Todas las ciudades gallegas, excepto Vigo disponen ya de unidades de valoración integral en violencia doméstica que, con más de diez años de retraso, se instalaron en los juzgados gallegos el pasado mes de junio. Según el personal del juzgado, la Oficina de Atención a las Víctimas de Vigo iba a abrirse «el lunes de Semana Santa pero los muebles no llegaron».

Posteriormente, desde la Consellería de Xustiza aseguraron que la esperada inauguración se produciría hoy mismo, pero la habitación destinada para esa oficina sigue estando completamente vacía. La realidad es que este servicio debería estar funcionando desde el mes de enero, fecha en la que se inauguró el juzgado específico.

Un psiquiatra, un psicólogo y un asistente social conformarán el equipo de esta oficina y ofrecerán información y orientación a las víctimas.