Los subterráneos de la M-30 no soportan las lluvias primaverales

  • En tan sólo dos días se han inundado cinco túneles de la circunvalación, tres de ellos recién inaugurados.
  • El jueves una gran cascada inundó el del Manzanares con San Pol de Mar.
  • El sábado, lluvias moderadas inundaron el que conecta con la A-3.
  • La nueva estación de metro de Bambú (L-1) se cerró el sábado por la tormenta.
El paso inferior que une la A-3 con la M-30, tuvo que ser cerrado tras la tromba de agua que cayó el sábado en Madrid (EFE/ KIKO HUESCA)
El paso inferior que une la A-3 con la M-30, tuvo que ser cerrado tras la tromba de agua que cayó el sábado en Madrid (EFE/ KIKO HUESCA)
EFE/ KIKO HUESCA
El paso inferior que une la A-3 con la M-30, tuvo que ser cerrado tras la tromba de agua que cayó el sábado en Madrid (EFE/ KIKO HUESCA)

Están recién estrenados, pero tres de los nuevos túneles de la M-30 no son capaces de soportar averías ni tormentas primaverales.

Desde la semana pasada y en dos días (jueves y sábado) se han tenido que cortar al tráfico cinco subterráneos: el que enlaza con la A-3, el del Ventisquero de la Condesa, el del Manzanares en San Pol de Mar y los antiguos de María de Molina y el acceso a la avenida de Miraflores.

La nueva estación de metro de Bambú (L-1) también se cerró.

Los mayores problemas los causó la lluvia el sábado por la tarde. La tormenta "moderada", según el Centro Meteorológio Territorial, colapsó Madrid.

El nuevo túnel de la M-30, que enlaza con la A-3, se convirtió en un gran charco. Permaneció cerrado al tráfico hasta ayer de madrugada.

Además de éste, el de María de Molina en sentido A-2, el acceso de la M-30 a la avenida de Miraflores y el nuevo túnel de Ventisquero de la Condesa, estuvieron cerrados toda la tarde del sábado.

Justo dos días antes, el jueves, la avería en un colector de agua provocó una monumental cascada que anegó dos carriles del túnel bajo el Manzanares, a la altura de San Pol de Mar, inaugurado hace tres meses.

Ese mismo día, el Ayuntamiento de Madrid aprobó una partida para afrontar el gasto extra de la M-30, que finalmente costará 6.000 millones de euros, un 19% más de lo previsto.

El Metro tampoco se ha librado de las inundaciones. La estación de Bambú (L-1), que empezó a funcionar hace quince días, se cerró el sábado. El derrumbe de un muro hizo impracticable su acceso al suburbano por esta parada.

"Inseguros por las prisas"

Las reacciones en esta semana negra para la M-30 no se han hecho esperar. El PSOE criticó que una inversión de 6.000 millones de euros "no aguante una tormenta primaveral" y pidió ayer al alcalde, Alberto Ruiz- Gallardón, que comparezca para aclarar si los túneles "cumplen con las medidas de seguridad".

La plataforma M-30 No Más Coches ha achacado las deficiencias de seguridad a "la prisa por inaugurar", algo a lo que también se ha sumado IU.

Una ciudad sumida en el caos

La tromba del sábado dejó  200 semáforos sin funcionar y los servicios de emergencias atendieron 260 avisos entre las 17.00 y las 19.00 horas. Las inundaciones de esta semana no son las primeras que se han dado en la M-30.

El 9 de febrero, el túnel de la Cuesta de San Vicente se encharcó también al poco de su inauguración. El 27 de marzo hubo otra inundación en el túnel que une el Nudo Sur con el Vicente Calderón.

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