La Fiscalía del Principado de Asturias ha solicitado la condena de tres acusados de pertenecer a un grupo organizado que se dedicaba a sustraer motos de gran cilindrada para luego venderlas tras cambiarles el número de bastidor. La vista oral se celebrará este martes, 5 de noviembre de 2014, en el Juzgado de lo Penal número tres de Oviedo, a las 10.00 horas.

Según el comunicado de Fiscalía, para el acusado de dirigir el grupo solicita 8 años y 3 meses de prisión, multa de 40.000 euros (con un día de privación de libertad por cada 100 euros impagados) y otra multa de 2.400 euros. Para otros dos de los acusados solicita la misma pena de cuatro años y seis meses de prisión y multa de 2.400 euros. Por último se piden diez meses de prisión para un cuarto acusado, que habría cometido el hurto de una moto en Granada para el grupo.

El Ministerio Fiscal sostiene que los tres principales acusados se dedicaban a la sustracción de motocicletas de gran cilindrada para trasladarlas a sus talleres clandestinos, donde modificaban el número de bastidor para impedir su identificación, a la vez que adquirían otras similares, de la misma marca y modelo en estado de siniestro pero con la documentación legal, para utilizar su número de bastidor. Así, conseguían una apariencia de legalidad con la que dar de alta la moto sustraída y venderla a terceros.

El grupo actuaba de forma organizada y coordinada, teniendo cada uno de ellos asignadas unas funciones concretas. Estaba dirigido por uno de los acusados, relacionado con el mundo del motor y al frente de una asociación que se dedica, entre otras cosas, a la organización de competiciones paralelas a la Federación Española de Motociclismo. El acusado es propietario además de una sociedad relacionada con otros negocios de compra-venta y reparación de motos. A su vez, esta sociedad tiene una nave en el Polígono de Raices-Porceyo, donde se efectuaban las modificaciones a las motos sustraídas y donde se encontraron algunas de ellas.

Uno de los otros dos acusados era el encargado de efectuar materialmente las sustracciones de las motos para posteriormente trasladarse en una furgoneta al domicilio del jefe del grupo, a la nave del Polígono de Raíces y a una plaza de garaje de Avilés. En ella se encontraron algunas de las motos sustraídas en el registro que se practicó en la misma.

El tercer acusado de pertenecer al grupo, mecánico de profesión, efectuaba las alteraciones necesarias para dar a las motos robadas apariencia de legalidad.

Así para la Fiscalía, el acusado de ser el jefe del grupo, con el conocimiento y de acuerdo de los otros dos acusados, sustrajo entre septiembre y noviembre de 2011 un total de 21 motos en Oviedo y Gijón, valiéndose de mandos a distancia clonados o similar para acceder a los garajes donde se encontraban.

Por otro lado, el principal acusado encargó al cuarto acusado que sustrajera una moto en Granada, lo que hizo en febrero de 2012. Posteriormente, le pagó 1.500 euros por ella.

En los registros efectuados para localizar las motos robadas, se localizó, en la planta baja de la vivienda de acusado de ser el jefe de la organización, una plantación de marihuana. En esta dependencia, sin ventanas, había varios focos sobre las plantas y un ventilador. En otra dependencia se encontraron más macetas con plantas. Asimismo, se intervino una especie de armario de plástico envuelto en una funda negra y en cuyo interior había más plantas, que hacía las veces de "secadero". El total de las plantas intervenidas asciende a 118, valoradas en 30.355 euros y que el acusado destinaba al tráfico ilícito a terceros.

La Fiscalía considera que tres de los acusados son autores de un delito de pertenencia a grupo criminal; un delito continuado de robo con fuerza y hurto y un delito continuado de falsedad. Y que el principal acusado lo es, además, de un delito contra la salud pública, de sustancias que no causan grave daño a la salud, y de un delito de receptación del artículo.

El Ministerio Fiscal solicita además para los acosados el abono de las costas procesales y que indemnicen a las víctimas por los objetos robados.