Todavía están ultimando los detalles para que pueda zarpar, pero mañana por la tarde la ciudad se convertirá, por fin, en un puerto de salida de cruceros, al soltar amarras la embarcación Julio Verne.

Se trata de un crucero poco convencional, pues sus instalaciones son más reducidas que las de otros barcos (520 pasajeros), para «evitar colas», asegura el presidente de Vision Cruises, Santiago Labrador.

Los salones del barco están inspirados en la obra del famoso escritor francés, y los pasajeros podrán leer en la biblioteca del navío sus obras completas.

Los afortunados que consigan emular las aventuras de Julio Verne, tanto en estos recorridos inaugurales como en los regulares (de mayo a octubre), visitarán Trípoli, Túnez o Corfú, entre otros destinos.

El barco ofrece las comodidades de un hotel de cuatro estrellas, y los precios oscilan entre los 800 y los 2.500 euros.