"Muro de protección antifascista" por parte de unos (así lo llamó la República Democrática Alemana); "Muro de la vergüenza", por parte de otros (la opinión pública occidental): Muro de Berlín, por parte de todos; 45 km de pared que separaron Berlín desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989. Este año hace 25 años de su caída, y una de las muestras que rinden homenaje a la ciudad es Calles y rostros de Berlín, en el Museo Thyssen-Bornemisza, con la importante participación de la Embajada de Alemania.

Mediante la selección de 18 obras el museo ilustra al espectador sobre el Berlín más floreciente artísticamente, durante el primer tercio del siglo pasado. El hecho de que ciudades como la alemana se convirtieran en metrópolis a toda velocidad cautivó el interés y captó la inspiración de muchos artistas de principios del siglo XX que dejaron constancia de este proceso.

La capital alemana rápidamente se industrializó y modernizó, lo que la llevó a vivir una época de oro, elevada por los artistas a musa, una luz que el levantamiento del Muro oscureció hasta que cayó en 1989.

Los artistas expresionistas de la época fueron a Berlín en busca de toda aquella modernización. Ernst Ludwig Kirchner fue uno de los que inmortalizó aquel momento dorado con obras que mostraban las calles berlinesas durante los meses anteriores a la Primera Guerra Mundial. En muchas de sus creaciones las mujeres se alzan protagonistas, como en Calle con buscona de roja, presente en la muestra.

Otros artistas, como Ludwig Meidner o Lyonel Feininger, quisieron también dejar plasmada su mirada de las calles, en vertiginoso cambio. Algunas importantes obras de George Grosz, presentes en la exhibición, muestran a su vez un aire oscuro y tenebroso de lo que se avecina. Berlín aparece ya como lugar que empieza a sufrir una deshumanización de la que pronto pasará a la destrucción.

La obra de Grosz Metrópolis es uno de los ejemplos más claro de hacia el terrible lugar al que se dirigía la metrópoli.

El momento cumbre de Berlín se cierra repentinamente en 1933. Un año después de la subida del nazismo al poder, Max Beckahm cambia el retrato de su mujer, Quappi con suéter rosa, y le borra la sonrisa. El Holocausto y la Segunda Guerra Mundial acaban con el esplendor artístico de preguerra. Pero no sería definitivo, la caída de Muro devolviería a Berlín el lugar merecido.

Enl Instituto Goethe de Madrid, organizado por la Embajada de Alemania, se podrán ver las siguientes películas y documentales:

Proyección de Max Beckmann. La partida

Dirección: Michael Trabitzsch, Alemania, 2013 (93 min)

Documental sobre la vida y la obra de uno de los grandes pintores del siglo XX.

Proyección de los documentales Berggruen. El coleccionista de arte

Dirección: Ralf Gierkes, Alemania, 2004 (45 min), y Los herederos de Durero. Dirección: Lutz Dammbeck, Alemania, 1995 (60 min), sobre un grupo de pintores en la RDA.

Proyección de Berlín: La sinfonía de una gran ciudad

Dirección: Walther Ruttmann, Alemania, 1927 (64 min)

Proyección de Berlín: Sinfonía de una gran ciudad

Dirección: Thomas Schadt, Alemania, 2002 (77 min)

Y el punto culminante lo pondrá un gran espectáculo de luz y un sorprendente videomapping en la Puerta de Alcalá que se celebrará el día 6 de noviembre (21 y 24 h) y que también lo organiza la Embajada alemana.

La historia del Muro y su caída se verán proyectadas en la Puerta de Alcalá que al final del espectáculo se convertirá virtualmente en la Puerta de Brandemburgo de Berlín.

La exposición fotográfica Berlín: Die Mauer (en Fnac Callao de Madrid hasta el 23 de noviembre) muestra a través de 25 simbólicas y potentes imágenes, nunca antes exhibidas en nuestro país, la historia del Muro de Berlín. Las fotografías, que proceden de diferentes archivos alemanes y estadounidenses, dan fe de la historia del Muro de Berlín desde los comienzos de su construcción en 1961 hasta su caída en noviembre de 1989 y su desmantelamiento en 1990.

Entre las obras el espectador puede ver desde las duras miradas de los guardas fronterizos, pasando por los tanques de la Guerra Fría, la figura del John F. Kennedy más icónico, las expresiones de libertad de los grafittis de Berlín Occidental, los reencuentros de los berlineses tras más de un cuarto de siglo, o los martillos que arrancan del Muro esquirlas que se convertirán en souvenirs...

Con el título Tras el Muro se presenta una enciclopedia de 2.500 objetos cotidianos en la Alemania comunista. Una radio portátil, una estatuilla de Lenin, una silla, un surtidor de gasolina, instrumentos de espionaje conforman el libro Beyond the Wall: Art and artifacts from the GDR (Tras el Muro: arte y artefactos de la RDA —República Democrática Alemana—), que busca ser una enciclopedia (publicada por Taschen) sobre cómo era la vida cotidiana antes de la caída del Muro de Berlín.

Contiene la obra 2.500 objetos de todo tipo que ilustran el estilo de vida que llevaban los ciudadanos de la Alemania comunista, opuesto al de los vecinos de la República Federal. La colección de objetos procede del Museo Wende de Los Ángeles (EE UU), un centro privado y temático dedicado a documentar la Guerra Fría.

Lo interesante del asunto es que si bien las circunstancias y hechos históricos son bien conocidos, no lo es tanto la vida diaria en la RDA y la editorial aprovecha el 25º aniversario de la caída del Muro para poner en el mercado esta enciclopedia de lo cotidiano en la república comunista.

Berlín acoge un debate fotográfico sobre la idea histórica de Europa y sus cambios en las últimas décadas. El Mes Europeo de la Fotografía lleva a la ciudad, hasta el 16 de noviembre, 250 exposiciones.

Complejo resumir la oferta: eventos en 125 museos y galerías y hasta 500 fotógrafos participantes, desde grandes clásicos hasta nombres actuales.

Atenas, Bratislava, Budapest, Liubliana, Luxemburgo, París y Viena también organizarán completos programas de actos durante lo que queda de año y el que viene.