El PSN ha presentado este viernes una proposición de ley foral de la normativa fiscal y de medidas de incentivación de la actividad económica en la que recupera los tipos del IRPF vigentes en el año 2011 para las rentas bajas y medias. Además, en el impuesto de sociedades establece una rebaja moderada y diferenciada de los tipos y un paquete de medidas de apoyo a la innovación, patentes, creación de empleo y nuevos nichos de actividad.

La reforma fiscal propuesta por los socialistas navarros, que se verá en la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra del próximo lunes, modifica el IRPF, el impuesto del Patrimonio, y el impuesto de Sociedades y tendría una menor recaudación por bajada de impuestos de entre un 45 y un 55 por ciento de los 71 millones de euros que supondría el coste recaudatorio de la reforma fiscal presentada por el Gobierno foral.

Así lo ha señalado este viernes en rueda de prensa el portavoz parlamentario del PSN Juan José Lizarbe, que ha explicado que el objetivo de su partido es que "Navarra pueda tener una reforma fiscal que sea progresista, que adecue la fiscalidad navarra a su entorno, y que pueda incentivar la actividad económica".

Además, Lizarbe, que ha insistido en que se trata de una propuesta que está "abierta al consenso con el resto de grupos parlamentarios", ha afirmado que el objetivo del PSN es "garantizar la suficiencia recaudatoria para mantener el estado del bienestar", así como establecer "una mayor progresividad".

En cuanto a la modificación del IRPF, Lizarbe ha explicado que se vuelve a los tipos vigentes en 2011 para las rentas bajas y medias, mientras que las rentas altas se rebajan, pero siguen siendo más altas que en 2011. Según el PSN, la rebaja es más progresiva que la planteada en la reforma fiscal del Gobierno navarro y es claramente favorecedora respecto de las bajas y medias.

Además, se deflacta la tarifa un 3 por ciento para las rentas bajas y medias, ya que, según los socialistas, el efecto de la inflación supone de hecho una elevación añadida en la actualidad en dicho porcentaje. Las rentas altas no se deflactarán.

Por otro lado, se rebajan las tributaciones de rentas de capital para adaptarlas al entorno en torno a los tipos vigentes en 2011, pero introduciendo una rebaja mayor para los pequeños ahorradores.

La reforma de los socialistas fija, asimismo, un tipo máximo en el 48 por ciento y abre la posibilidad para que mediante la deflactación o modificación de la deducción del trabajo, queden sin tributación los rendimientos brutos de hasta 12.000 euros.

Impuesto del patrimonio

Respecto al impuesto del Patrimonio, el PSN mantiene en su proposición la obligación de declarar, y en consecuencia del impuesto como tal, dejando abiertas las posibilidades de reforma futura para su conversión en impuesto de grandes fortunas.

Además, los socialistas apuestan por elevar el mínimo exento a 800.000 euros, para adaptarla al entorno que mantiene este impuesto. Por último, se transforma la actual deducción por activos empresariales en exención en los supuestos de empresa familiar, para favorecer su continuidad en el tejido empresarial.

Impuesto de sociedades

En este apartado, el PSN propone un paquete de medidas de apoyo a la innovación, patentes, creación de empleo y nuevos nichos de actividad, como por ejemplo, la industria cinematográfica.

Los socialistas establecen una rebaja moderada y diferenciada de los tipos del impuesto de Sociedades, de modo que el general bajase en dos años del 30 al 27 por ciento y del 27 al 24 por ciento. Lizarbe ha apuntado que "en el Estado es del 25 por ciento y en la reforma de UPN era del 20 por ciento".

Para las medianas empresas, el tipo bajaría en dos años del 28 al 26 por ciento y del 26 al 24 por ciento; para las pymes se propone el 19 por ciento; y para las cooperativas, el 23 por ciento.

Asimismo, el PSN plantea en su reforma mantener las deducciones "más útiles": amortización acelerada y libertad de amortización del I+D; inversiones; empleo; se introduce la del cine; y se suprimen el resto.

Por último, se establece un tipo mínimo efectivo del 10 por ciento o del 7 por ciento si se crea empleo. El tipo mínimo no afectará a bases negativas a compensar; deducción I+D; e inversiones de inicio de actividad.