El claustro de maestros de la escuela Pous i Pagès de Figueres (Girona), donde la semana pasada el director del centro fue agredido por el padre de un alumno, ha manifestado que los docentes se sienten "amenazados".

En un comunicado enviado este viernes, los maestros se han mostrado "indignados" por la intromisión negativa de padres y madres en su trabajo porque, según el claustro, las familias desautorizan la labor de los docentes ante los alumnos.

Sin embargo, los profesores han añadido que no todas las familias actúan de la misma forma, aunque han pedido una implicación global de los servicios asistenciales para poder educar el barrio de Figueres donde se ubica la escuela, porque los recursos actuales son "insuficientes".

De hecho, el sindicato Ustec-Stes ya solicitó esta semana a la Conselleria de Enseñanza de la Generalitat y al Ayuntamiento de Figueres que denunciaran esta agresión, además de pedir la contratación de un técnico de integración social para este centro.

El incidente se produjo el pasado viernes 17 de octubre, cuando un niño explicó a su padre su versión sobre una situación que había tenido lugar en la escuela; tras el relato del alumno, el padre decidió agredir físicamente al director del centro, quien necesitó asistencia médica.