Echando un vistazo atrás, ¿cómo evalúa la labor de Obdulia Taboadela?

Óptima, de diez.

Su mandato acabó con cargas policiales en Atento y contra los funcionarios...

No voy a entrar en polémicas. Un subdelegado tiene que garantizar los derechos de los que se manifiestan y de los que no lo hacen.

¿Usted hubiese hecho lo mismo en su situación?

Hay que ser sensatos. No se deben menoscabar los derechos de los ciudadanos y no hay que mezclar lo laboral con otros temas.

Vela por la seguridad ciudadana, ¿cómo está A Coruña?

Es una ciudad muy segura.

Pero en los barrios no lo ven de esa manera...

Yo en la calle no he escuchado ninguna queja. No hay más delitos que en otras ciudades u otros momentos.

¿Sabe que algunos barrios han contratado serenos?

Eso es por una delincuencia menor y siempre se intenta que tenga poca incidencia. Pero la gente también tiene que tomar sus precauciones. Cuando damos consejos sobre seguridad en vehículos o para las vacaciones hay que procurar seguirlos.

Muchos piden que vuelva la Policía de Barrio, ¿lo hará?

Es un tema en el que se irá avanzando.

Desde la Policía Nacional se rechaza la idea...

Hay que contemplar todas las posibilidades.

Entonces, ¿no lo descarta?

Tiene sus pros y sus contras y habrá que ver si merece la pena implantarla.

El botellón se extiende por toda la ciudad, con el ruido y el vandalismo, ¿cómo se arregla esto?

Peleas y vandalismo hubo siempre. El problema no es el botellón, que es una moda, sino la educación. Cuando la juventud sea consciente de que lo público es de todos ya no pasará nada. Por otra parte, no hay más violencia que en otras épocas.