El diccionario de Podemos: los conceptos fetiche del partido, desde la 'casta' a los 'círculos'

Vista de las gradas del Palacio de Vistalegre durante la Asamblea Ciudadana 'Sí se puede' de Podemos, que busca sentar las bases para constituirse como partido político.
Vista de las gradas del Palacio de Vistalegre durante la Asamblea Ciudadana 'Sí se puede' de Podemos, que busca sentar las bases para constituirse como partido político.
Zipi / EFE
Vista de las gradas del Palacio de Vistalegre durante la Asamblea Ciudadana 'Sí se puede' de Podemos, que busca sentar las bases para constituirse como partido político.

Podemos aspira a convertirse, desde los márgenes del sistema, en un partido radicalmente innovador. Tanto por el contenido, un proyecto de organización semiasamblearia, como por el continente, un idioma inédito hasta la irrupción del 15-M, la formación de Pablo Iglesias quiere subvertir los dogmas de la tradición política española.

Esta visión modernizadora, tamizada por alusiones al "centro del tablero" y la suavización de ciertas propuestas calificadas por otros de antisistema (como la del impago de la deuda pública), fue el espíritu que cohesionó a los simpatizantes durante los dos días que duró su congreso fundacional.

Una asamblea de asambleas copada por conceptos fetiche que la formación exhibe como la forma de diferenciarse de lo existente. Un lenguaje político que bebe de la izquierda tradicional (así sus alusiones al "pueblo" y al "poder popular") y de las nuevas corrientes progresistas nacidas o recuperadas con el nuevo siglo ('empoderamiento', 'emancipación' o 'casta').

A continuación, un breve diccionario de términos para comprender Podemos:

CASTA

No es un concepto novedoso. Ya se usó en el siglo XX, aunque ahora ha recobrado protagonismo. Tanto en Italia, donde el Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo lo usa a menudo, como en España, donde Podemos lo ha patentado desde su irrupción en política, la casta define, de forma simplista y carlschmittiana al enemigo, que puede ser los banqueros, los viejos partidos, el mercado o todos al mismo tiempo. Durante el congreso de este fin de semana en Madrid, 'casta' ha sido una palabra muy referida por los ponentes, tanto los anónimos como los mediáticos, y su mención provocaba  muchos aplausos.

CÍRCULOS

Son el Alfa y el Omega de Podemos. Todo en Podemos remite a ellos, "nada se hace sin ellos", pero también sobre ellos reside la principal indefinición de Podemos como partido. Los círculos son autónomos, tienen voz, y algo de voto, pero tal y como se organiza la política hoy, los círculos por sí solos no ganan elecciones. Para el profano, hay algo de arcano iniciático en los círculos, que son las estructuras colectivas que se han ido formando en ciudades, barrios y pueblos y que se adhieren a la marca Podemos para debatir ideas que luego pueden ser suscritas por el partido en su conjunto. Política de base, asamblearismo, compromiso y a la vez la sensación de que el partido es algo más tangible y personalista. La sola mención a los círculos durante la asamblea fundacional levantaba las simpatías más sinceras y los mayores aplausos.

RÉGIMEN DEL 78

Las alusiones al régimen del 78 (o a alguna sus variantes: la transición inacabada, el régimen constitucional, el postfranquismo, etc.) fueron constantes durante los dos días de asamblea. Los miembros de Podemos recogen el malestar ciudadano (en gran parte generacional) con el pasado reciente de España. La Transición, en opinión de fuertes corrientes culturales y políticas de la izquierda, no solo no fue un proceso modélico, sino que es en parte responsable de la situación actual de crisis económica y moral. Un tránsito de la dictadura a la democracia incompleto, que favoreció, según el relato, a la casta política que hoy gobierna. Por lo tanto, al desmarcarse del régimen del 78, o al pretender su reforma, Podemos quiere apropiarse de una legitimidad renovada en el futuro.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Otro de los conceptos más repetidos durante la asamblea. Una referencia comodín, pues lo mismo servía a los ponentes para levantar los aplausos de los asistentes como para dejar sin responder, o responder sólo de forma abstracta, las preguntas más espinosas sobre cómo Podemos lidiará con algunos de los problemas (deuda, corrupción, reforma electoral) que tiene por delante. Además, la referencia a una "asamblea constituyente" marca también, como en el caso anterior, una línea divisoria mental y política con el pasado reciente y con los gobernantes que lo protagonizaron.

DEFINICIÓN

¿Qué es Podemos? ¿Qué representa? ¿Cómo se organiza? Estas preguntas finalistas estuvieron presentes, directa o indirectamente en todos los discursos. Podemos es "un intelectual colectivo", decían algunos. "Podemos es el cambio", decían otros. La definición de lo que es y será este protopartido político ocupó buena parte de las conversaciones y agitó las discusiones más enconadas entre partidarios de los diferentes modelos en liza.

PROGRAMA

La mención de un programa, que aún no tienen negro sobre blanco, fue otra de las palabras más repetidas. Los simpatizantes de Podemos ven la urgencia de diseñar uno que satisfaga a todas las corrientes internas de la formación, y que además favorezca el crecimiento del partido y su competitividad frente a otras formaciones más antiguas y asentadas. Las alusiones a Julio Anguita y su cabal "programa, programa, programa" conectan Podemos con algunas corrientes clásicas del pensamiento izquierdista de la Transición.

CIUDADANÍA

Otro concepto totémico. Frente a la casta corrupta, poco patriótica, egoísta y deficiente, la ciudadanía se concibe como el "pueblo en marcha", un colectivo de individuos éticamente superior y que en su seno guarda las respuestas a todos los males del país. La ciudadanía es 'ilusión', 'dignidad', 'soberanía', palabras todas con bordes muy difusos y al tiempo iluminadoras en los discursos de Podemos.

MUNICIPALISMO

Uno de los rasgos de Podemos es su organización de abajo a arriba... aunque matizada por una élite creadora que encauza mediáticamente los discursos. A nivel de base, los círculos de Podemos están muy arraigados en el municipalismo y las políticas locales. Una reivindicación de lo cercano, lo concreto, lo cotidiano que suscita la aprobación y la euforia de prácticamente todos los seguidores de la formación.

GANAR

'Ganar' venció por goleada. Podemos, lo repitieron una y mil veces los ponentes más mediáticos, con Pablo Iglesias y Monedero a la cabeza, no se conforma con haber llegado, con haber obtenido un gran resultado electoral en Europa; quiere ganar, "derrotar al enemigo" y conseguir que sus propuestas cristalicen en un "mayoría ciudadana". Aquí es precisamente donde el lenguaje de Podemos, rico en nuevas metáforas, se torna más clásico. Al final, cuando se trata de vencer, las herramientas linguísticas a mano están casi todas inventadas.

CAMBIO, ILUSIÓN, PARTICIPACIÓN, DIGNIDAD, TRANSPARENCIA...

Conceptos más difusos, pero presentes durante toda la asamblea. Tanto que flotaban sobre las cabezas, colgaban literalmente de carteles por encima de las gradas, alrededor del ruedo de la plaza. Ideas fuerza con las que Podemos quiere ser identificado. Participar para, con ilusión, facilitar el cambio y demostrar que con transparencia se consigue la dignidad.

MACHO ALFA

Fue una de las expresiones de Pablo Iglesias que más repercusión tuvo en prensa. No es la primera vez que la dice, y no parece ser que vaya a ser la última. Al decir que él "no es un macho alfa", Iglesias se desligó Podemos de una jerarquía en favor de la comunidad. Una forma de dirigirse en clave interna a sus votantes, muchos de los cuales son refractarios a un liderazgo excesivo.

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