La mayoría de estudios económicos avala el crecimiento progresivo de los negocios "verdes", aunque no todos llegan a buen puerto: el Centro de Turismo Ornitológico de Alcolea del Tajo (Toledo) cerró sus puertas el mes pasado tras unos pocos meses de andadura..., y no porque el público le diera la espalda.

Daniel Chimeno, el responsable del proyecto, recibió una propuesta de la Orden de San Juan de Dios, actual propietaria de la finca El Bercial, para visitarla y estudiar la posibilidad de desarrollar una oferta turística y sostenible que fuera compatible con otras actividades que se llevan a cabo en el terreno.

Chimeno ha explicado a EFEverde que, tras ver la finca en persona, al día siguiente presentó un plan de negocio para desarrollar el centro de turismo ornitológico El Bercial Nature, pues se dio cuenta de que era un "paraje espectacular" para la observación de aves.

Tras firmar un contrato de explotación por 12 años, comenzó a trabajar en la recuperación del terreno que, con el paso del tiempo, se había deteriorado. Explotada por la orden religiosa durante los últimos 30 años, la finca, que actualmente ocupa algo menos de 2.000 hectáreas, está ubicada dentro de la LIC-ZEPA Ríos de la margen izquierda del Tajo y berrocales del Tajo, de la Red Natura 2000, y cuenta con una gran laguna que ha permitido la proliferación de especies de todo tipo como rapaces, águilas reales, porrones...

Chimeno asegura que invirtió unos 30.000 euros con los que entre otras cosas recuperó completamente la laguna, que estaba "bastante degradada porque el ganado había acabado con toda la vegetación de la orilla" y la reforestó para que las aves tuvieran una barrera natural de protección. A continuación construyó un observatorio en una cuadra abandonada que, en su opinión, es único en España ya que cuenta con 70 metros cuadrados y 12 cristales espía para ver a las aves sin que éstas se sientan vigiladas.

También edificó varios observatorios, infraestructuras especialmente preparadas para la observación ornitológica, en diferentes zonas de la finca, desde los cuales los aficionados podían contemplar y fotografiar "con total tranquilidad" a cenizos, esmerejones, primillas y alcaudones chicos, entre otras especies.

El Bercial Nature funcionó con normalidad durante cinco meses, hasta que, según ha denunciado Chimeno, "de un día para otro" el gerente de la finca, Juan José Luengo, le comunicó que el contrato quedaba rescindido "porque no se han cumplido las expectativas del proyecto" y que se cerraría el centro ornitológico.

Chimeno ha explicado que no se pueden cumplir las expectativas de 12 años en 5 meses y cree que ha dejado de interesar mantener abierto "un lugar visible y sostenible" porque el "verdadero" objetivo del cierre es poder utilizar el terreno ahora restaurado "en beneficio de la caza", lo que llevará a que "muchas especies se vean afectadas".

Sin embargo, en contacto con EFEverde, Luengo ha calificado estas acusaciones de "falacias", ya que la finca "se explota de muchas maneras: agricultura, ganadería..., lo de los pájaros es un tema novedoso que intentaremos continuar de alguna forma". Según el gerente, la finca "no se va a cerrar al público" y "continuará con la línea de negocio", sólo que se "gestionará de otra forma y con otra persona" porque no ha habido "entendimiento" con su actual responsable.

Lo cierto es que, según la denuncia de Chimeno, el centro ornitológico está ahora mismo cerrado para el público y el asunto, en manos de los abogados ya que "pido que al menos se me indemnice por mi tiempo y mi dinero..., llevo nueve meses trabajando desde las cinco de la mañana para sacar adelante este proyecto ahora frustrado".