Varios de los partidos soberanistas que defienden el derecho a decidir han recogido el guante lanzado por la Assamblea Nacional de Catalunya (ANC) y Òmnium Cultural durante el acto central de la campaña Ara és l'hora (Ahora es la hora), en el que han participado 110.000 personas según la Guardia Urbana. Las entidades independentistas han reclamado unidad a los partidos y han aceptado la votación alternativa propuesta por Artur Mas con condiciones: unas elecciones plebiscitarias en tres meses.

Tras la concentración, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha reiterado que su formación admite el nuevo formato de la consulta del 9-N, pero ha reclamado la convocatoria inminente de elecciones "para ejercer la independencia de forma inmediata" si los partidos que apuestan por esta opción obtienen la mayoría.

"Lo importante ahora es no empezar con el cuento y la excusa de que hay que iniciar un proceso de negociación con el Estado español", ha afirmado tras el acto. "No se puede negociar con el Estado español si no es de igual a igual, y por tanto es importante obtener el mandato democrático a través de las urnas para hacer la independencia", ha afirmado en referencia a la convocatoria de unas plebiscitarias "cuanto antes mejor"

"El país no se puede permitir perder más tiempo porque la gente que sufre lo hace ahora", ha dicho Junqueras, quien ha asegurado que "no tiene sentido" aprobar unos presupuestos autonómicos, porque las restricciones de financiación impiden garantizar los servicios a los ciudadanos.

En la misma línea se ha manifestado Marc Sallas, quien ha acudido a la concentración en representación de la CUP. Se ha mostrado abierto a "hablar con todo el mundo" para avanzar hacia la independencia pero es contrario a la "dilación estéril que lo único que consigue es frustrar al pueblo". En cualquier caso, ha instado a la movilización ciudadana el 9-N para que sea un "tsunami democrático" previo a unas elecciones "que tienen que llegar más pronto que tarde".

El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha pedido recuperar la unidad entre los partidos soberanistas antes del 9-N y de la convocatoria de nuevas elecciones, y ha considerado de primer paso la aceptación del nuevo 9-N por parte de "casi" todas las formaciones. "Tenemos que volver a sentarnos para poderlo pactar todo, y por CDC no quedará. Nuestro objetivo es claro e insobornable: conseguir que Cataluña sea un estado independiente", ha asegurado.

Sin embargo, ha eludido valorar la exigencia de estas entidades de que se convoquen en un plazo de tres meses elecciones en clave plebiscitaria, y ha insistido en que lo importante ahora es la unidad para decidir "el cómo y el cuándo".

La líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha dicho en un acto con militantes populares en Sant Pere de Ribes (Barcelona) que el presidente catalán quiere "una candidatura tapadera para ocultar la corrupción y la incompetencia" de su gobierno. "Artur Mas sólo piensa en él mismo, en salvarse él políticamente, no está pensando en los catalanes". Asimismo, ha señalado que "Mas se quiere presentar a unas terceras elecciones en tan sólo cuatro años, cuando lo que debería estar haciendo es aprobar unos presupuestos".

Sánchez-Camacho también se ha referido a la manifestación de plaza Cataluña, donde el pasado domingo celebró el Día de la Hispanidad junto a unas 38.000 personas, y ha asegurado que "los que se manifiestan hoy no representan a la mayoría del pueblo de Cataluña porque los catalanes no queremos organizaciones separatistas que no nos representan".

Por su parte, el secretario general de Ciutadans (C's), Matías Alonso, también ha criticado a Mas, cuyo liderazgo "se está diluyendo mientras su desafío separatista agoniza", tras la ruptura del bloque favorable al referéndum del 9N ante la propuesta de una consulta alternativa para esa fecha. "Artur Mas está cada vez más solo", ha afirmado en un comunicado.

A diferencia de la popular, sin embargo, ha sostenido que en Cataluña "urgen unas elecciones que dejen de lado las aventuras separatistas y den paso a un gobierno para todos, con las manos limpias y que termine con la corrupción institucionalizada". Y ha asegurado que "C's seguirá trabajando para que Cataluña tenga un gobierno de todos los catalanes, que anteponga los intereses generales a los partidistas".