El testigo clave de la investigación sobre los policías de Cartagena confundió al fallecido con otra persona

Al día siguiente se topó con la persona que creía haber visto con los policías, pero éste le contestó que había pasado toda la noche durmiendo

La aparición del testigo protegido 'B-83' en la causa en torno a la desaparición y muerte de Diego Pérez en Cartagena fue clave para desbloquear la investigación. Fue esta persona la que advirtió que no fueron dos, sino seis los policías que acudieron la noche de autos a la calle Estanislao Rolandi del barrio de 'Las Seiscientas' y que se llevaron a un hombre después de agredirle. No obstante, según consta en un informe policial al que ha tenido acceso Europa Press, esta persona confundió al fallecido con otro vecino.

El informe policial está fechado el pasado 3 de octubre, aunque la declaración del testigo protegido es del pasado 6 de junio. Por aquel entonces Asuntos Internos no se había hecho cargo aún de las pesquisas y los investigadores se encontraban en un callejón sin salida. Diego Pérez había mantenido un altercado con unos vecinos a los que les había robado unas bicicletas, pero los interrogatorios policiales a estas personas "no daban resultado esclarecedor". Tampoco otras del entorno del fallecido que pudiesen haber tenido algún problema con él en el pasado.

Hasta ese momento lo único que sabía es que el cadáver de Diego Pérez había aparecido un 25 de marzo flotando en aguas de Cala Cortina y que presentaba signos de violencia previos a la muerte. También se sabía que por el miedo que tenía de sus vecinos, la noche que desapareció llamó dos veces a la Policía y que los dos agentes a los que se les encargó acudir a su domicilio dijeron que la situación se había solventado "con presencia", una versión que luego resultó no ser verdad, como han reconocido posteriormente los seis agentes detenidos.

Pese a los pocos avances, la Policía siguió sondeando posibles testigos en busca de alguien que pudiese aportar algo de luz. Así encontraron a 'B-83' y su testimonio dio un giro radical al caso. Dijo que pudo "ver claramente tres vehículos de la marca 'Picasso' de la Policía Nacional estacionados".

4.25

Horas de la madrugada del 11

De marzo

Eran las 4.25 de la madrugada del día 11 de marzo y "fuera de dos vehículos policiales de color azul se hallaban cinco policías uniformados, permaneciendo un sexto en el interior de un vehículo policial de color blanco, en el lado del conductor". El testigo declaró haber escuchado una voz que le resultaba familiar y que preguntaba a los agentes: "¿Para que me aporreas la puerta?".

El nivel de detalle del testimonio ofrecido describía casi a la perfección al agente que llevaba la voz cantante: "el más alto de todos, moreno con el pelo corto, entradas pronunciadas, de complexión fuerte". Según el relato, este agente cacheó a Diego Pérez, le quitó una chaqueta que quedó tirada en el suelo y tras encontrar algo entre sus pertenencias le agredió "propinándole un golpe con la mano abierta en la cara". "Acho, ¿Estás loco o qué?", dice que le contestó su vecino.

"Sube al coche", dice que escuchó a uno de los agentes decirle ya desde dentro de uno de los vehículos policiales. Y Diego Pérez se subió a uno de los dos coches azules, uno en el que no estaba el agente que le había agredido. "En ese momento, un agente del coche blanco preguntó a otro: ¿Lo llevamos a Comisaría", contestándole este: "No, lo llevamos a la Guarida", declaró haber oído 'B-83'.

Esta frase es de importancia para los investigadores porque tras este testimonio revisaron las cámaras de seguridad de la zona y comprobaron que los tres coches se habían dirigido a la playa de Cala Cortina, donde apareció el cadáver de Diego Pérez. Es por ello que en Asuntos Internos relacionan "la guarida" con Cala Cortina.

"¿

No eras tu el que te fuiste?-

Pero qué dices"

Sin embargo, pese al aparente nivel de detalle en el testimonio, 'B-83' admite que a la mañana siguiente "se encontró a la persona que pensó se había llevado la Policía la noche anterior, preguntándole: "Acho ¿Pero no eras tú el que te fuiste?", contestándole este: "Pero que dices... ¡si yo me he tirado toda la noche durmiendo!".

Fue entonces este vecino quien advirtió al testigo clave de que a Diego Pérez le buscaba su hermano: "Sabes que Enrique está buscando a su hermano Diego?". "Ante lo cual el testigo se percató en ese momento de que la persona que se había llevado la Policía la noche anterior era Diego, un conocido de la zona", recoge el informe policial.

En sus declaraciones policiales tras ser detenidos, ninguno de los agentes reconoce haber usado la expresión de la "guarida" ni haber visto una agresión. Explican que fue Diego Pérez quien les pidió subir al coche para salir del barrio porque, según decía, corría peligro. Los policías sí admiten que se lo llevaron a Cala Cortina sin comunicárselo a la centralita y que cuando se conoció su desaparición y su muerte no dijeron nada por miedo.

Niegan en todo momento que matasen a esta persona y aseguran que al llegar a Cala Cortina el hombre salió corriendo y le perdieron de vista. Añaden además que minutos después de dejarle ir, volvieron a la zona para buscarle. Antes de eso, se habían cruzado con agentes de la Guardia Portuaria, quienes declararon que los policías les dijeron que estaban "aburridos", "jugando al escondite" por lo que interpretaron que no querían que supieran el motivo que les había llevado hasta allí.

Fuentes policiales aseguran que en este tipo de investigaciones en las que hay varias personas implicadas en torno a un posible homicidio, es muy poco habitual que todos tengan la misma participación, por lo que suele haber alguno que "derrota" y aporta más datos para esclarecer el caso en busca de demostrar su inocencia. Los seis agentes llevan en prisión desde hace 11 días sin que por el momento se conozca un cambio en ninguna de sus versiones.

Análisis forense del coche

En el marco de la investigación, la Unidad de Análisis Científicos de la Comisaría General de Policía Científica analizó el coche policial en el que se subió Diego Pérez para saber si le habían introducido sangrando. El estudio del coche se hizo los días 10 y 11 de junio en las dependencias policiales de Sangonera (Murcia).

Se encontraron "31 vestigios biológicos" que dieron "positivo al reactivo utilizado para detectar restos de sangre" y "varios lofoscópios". No obstante, todos estos restos de sangre pertenecían a seis perfiles genéticos distintos sin que entre ellos se encontrase el del fallecido.

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