La comediante Joan Rivers murió por una "complicación predecible" durante un procedimiento para el que fue sedada con propofol, según el informe del forense.
Se trata del mismo anestésico que causó la muerte por sobredosis al cantante Michael Jackson en junio de 2009.
El forense en su investigación asegura que esta complicación resultó en una pérdida de oxígeno "que derivó en daño cerebral". Rivers murió el pasado 4 de septiembre a los 81 años.
"La muerte ocurrió por una complicación predecible de la terapia médica", añadió el texto. La oficina forense también reveló que Rivers había ingresado en la clínica para realizarse procedimientos para evaluar determinados cambios en su voz y un desorden digestivo.
"La causa de muerte de la señora Rivers es encefalopatía anóxica debida a un paro hipóxico durante la laringoscopia y la endoscopia gastrointestinal alta con sedación de propofol para la evaluación de los cambios de voz y un reflujo gastroesofágeo".
El Departamento de Salud de Nueva York inició una investigación sobre las circunstancias de su muerte.
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