La Policía Foral y la Guardia Civil intensificarán durante la próxima semana, del 22 al 28 de septiembre, su vigilancia en las denominadas carreteras convencionales, es decir, aquellas que cuentan con un carril para cada sentido de la circulación.

Esta campaña especial de tráfico, que se realizará de forma conjunta y coordinada por ambos cuerpos policiales, surge a propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) y forma parte del Plan de Acción 2014 de la Estrategia Navarra de Seguridad Vial (ENSV).

En concreto, los agentes controlarán la velocidad, los adelantamientos indebidos, la ingesta de alcohol o drogas, el uso del casco y de los sistemas de retención, la documentación y las distracciones al volante, como es el uso del teléfono móvil o de auriculares durante la conducción.

Cabe recordar que uno de los objetivos de la ENSV es mejorar la seguridad vial en las carreteras convencionales. Para ello se han previsto acciones encaminadas a lograr comportamientos más seguros por parte de los conductores, y otras para mejorar el diseño de estas carreteras y evitar, en la medida de lo posible, salidas de vía y colisiones frontales.

Según datos de la DGT, el mayor número de fallecidos y heridos graves en accidentes de circulación se registra en siniestros ocurridos en carreteras convencionales, a pesar de que la mayoría de accidentes con víctimas (fallecidos o heridos) ocurren en vías urbanas.

Balance de campañas anteriores

Las policías de Navarra han realizado durante el pasado mes de septiembre otras dos campañas especiales de tráfico centradas en el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil, del 8 al 14 de septiembre, y en las distracciones al volante, del 22 al 28 de septiembre.

En la primera campaña participaron la Policía Foral, la Guardia Civil y la policía local de Corella. Según los datos que maneja la oficina permanente de la Estrategia Navarra de Seguridad Vial, los agentes supervisaron el uso del cinturón por parte de 57.385 conductores, de los que 19, el 0,03%, no lo empleaba. De estas 19 personas, 10 eran conductores, otros cinco ocupaban la plaza de copiloto y los cuatro restantes viajaban en los asientos traseros. En cuanto al uso de los sistemas de retención infantil, los agentes controlaron a 983 menores y todos ellos lo empleaban.

En la segunda campaña tomaron parte la Policía Foral, la Guardia Civil y las policías locales de Ansoáin, Castejón, Estella, Pamplona y Sangüesa. Según el balance, los agentes controlaron a 96.891 conductores, de los que dieron el alto a 484 y 76 fueron denunciados, el 85% de ellos por emplear el teléfono móvil, ha informado el Gobierno en una nota.