El objetivo es permitir que estos ancianos gocen de mayor autonomía.

Sin embargo, al ser un mecanismo que invadiría su intimidad sería necesario su autorización. Los familiares de estos enfermos podrían estar asimismo más tranquilos.

Por su parte, la portavoz de la ONG inglesa Ayudar a los ancianos, Kate Jopling, se ha mostrado satisfecha con los potenciales usos de esta tecnología, aunque ha manifestado que la "cuestión crucial" es saber si el objetivo de los ‘chips' es mejorar el cuidado de los ancianos o si se trata "solo de nuestra comodidad".