Una de las primeras obras realizadas por el sevillano Diego Velázquez, 'La educación de la Virgen', datada en 1617, cuando el pintor contaba con unos 18 años, vuelve desde este martes a la ciudad donde fue concebida y donde permanecerá hasta el 15 de enero, en el Espacio Santa Clara, en una muestra que pretende poner en valor la maestría de Velázquez desde temprana edad y para lo que se expondrán igualmente aquellas obras que pudieron influir en su pincelada.

En este sentido, junto a 'La educación de la Virgen', se podrán contemplar 'La educación de la Virgen', de Juan de Roelas, que pertenece al Museo de Bellas Artes de Sevilla, y la 'Sagrada Familia' de Luis Tristán, pintada en 1613 en la capital andaluza y cedida de forma excepcional por el Instituto de Arte de Minneapolis; además de 'La imposición de la casulla a San Ildefonso', también de Velázquez y propiedad del Ayuntamiento. La exposición se completa con una muestra del detallado proceso de recuperación del cuadro de Velázquez.

La muestra ha sido inaugurada por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido; el director territorial del Banco Santander en Andalucía, Alberto Delgado; el director de la Galería de Arte de Yale, Jock Reynolds, la concejal delegada de Cultura de Sevilla, María del Mar Sánchez Estrella; el comisario de la muestra, Benito Navarrete, y los restauradores Ian McClure y Carmen Albandea.

En este marco, cabe señalar que, junto a la exposición, también se llevará a cabo un simposium internacional, de la mano de los principales expertos del sector, para analizar la obra del joven Velázquez, algo que se completará con otras actividades como talleres didácticos para los más pequeños, conferencias o incluso un concierto de música en el que se recuperarán las melodías de la época del pintor.

Durante su intervención, Zoido ha subrayado que se trata de un día "muy importante para la cultura en Sevilla, en España y en el mundo", en el que el cuadro de Velázquez "culmina este largo camino para volver a Sevilla", un camino en el que "la voluntad de la excelencia y de la excepcionalidad ha estado siempre presente". así, ha insistido en que los ciudadanos podrán admirar "no sólo la maestría y precocidad de nuestro más universal artista, sino un encuentro muy emocionante con el modelo que fue objeto de la inspiración de nuestro pintor", mencionando que será la primera vez que coinciden en el espacio y en el tiempo la citada obra de Velázquez y la de Roelas.

"Para Velázquez, Roelas debía ser un viejo maestro del que aprender, de la que asimilar su experiencia, su pericia, su magisterio. Y el joven pintor, un valiente que fue más allá, un genio innato que sin saberlo había conseguido superar a la generación anterior, que había revolucionado la historia de la pintura", recalca, incidiendo en que la muestra pretende explicar de "dónde parte Velázquez por un lado de un manierista reformado como es Roelas y de un naturalista como es Tristán".

Para el alcalde, "Sevilla con iniciativas y proyectos como este se pone al mismo nivel que las ciudades más pujantes del momento y vuelve a tener su auténtico protagonismo como metrópoli cultural, y lo hace por voluntad propia y gracias a la colaboración entro lo público y lo privado".

En la misma línea, Delgado ha subrayado su "satisfacción" por poder apoyar una muestra "tan importante" para la ciudad como es ésta del joven Velázquez, que ha sido cofinanciada por la citada entidad, y ha recordado la historia de esta obra encontrada hace cinco años en la Universidad de Yale y ante la que el que fuera el presidente del Santander, Emilio Botín, aceptó colaborar para recuperarla, hasta alcanzar la certeza de que era "la primera obra de Velázquez en Sevilla". "La educación es una seña de identidad del Santander, que colaborará desde este miércoles también con el simposium que reunirá a grandes expertos internacionales", agrega.

Al hilo de esto, Reynolds ha profundizado en la historia de un cuadro de la que se desconocen 300 años de vida, indicando que fue prestado a la universidad en 1880 por una familia, de la que 45 años después dos hermanos decidieron regalarla. Tras la Segunda Guerra Mundial, se inventarían los fondos de la Universidad y es cuando por primera vez se toma conciencia del cuadro, que en 1963 se manda a Boston para comenzar la limpieza de su superficie.

Detalla que en 1971 se escucha ya una primera voz que apunta a la autoría de Velázquez, aunque "ninguno de los académicos hizo caso al joven que lo advertía". Ya en 2002 se restauran diversos edificios de Yale, en cuyos traslados se destaca este cuadro por su especial interés, siendo en 2010 cuando se comienza a confirmar la autoría.

En este contexto, los restauradores han detallado los pasos seguidos para la recuperación y autentificación de la obra, una restauración que ha durado dos años y medio ante un lienzo "bastante deteriorado con orificios y grietas", cuya pista se pierde antes de mitad del siglo XIX donde apareció en Inglaterra. Los trabajos han dejado al descubierto la capa inicial del denominado barro de Sevilla de la obra, distintas correcciones realizadas por el autor en el lienzo, además de reavivar el característico ocre de las pinturas de las obras sevillanas de Velázquez o las mezclas de azul y amarillo para la creación de los tonos de verde.

Por último, el comisario de la muestra, Benito Navarrete, ha destacado que se trata de un "proyecto científico que permite dar lo mejor a los ciudadanos y compartirlo con los demás". "Esto es lo que Sevilla se merece, devolviéndole lo que el azar se llevó", sentencia, tras poner en valor la aportación de Yale y el mecenazgo del Santander. Explica que las acciones creadas con este cuadro como eje recorren los primeros años de Velázquez en su ciudad natal y lo conecta con su entorno, yendo "más allá de la forma en sus cuadros, presentando a la Virgen con una ciencia infusa y no como aprendiz, como sí lo hace Roelas".