El personal que atiende a Teresa Romero ve una "leve mejoría" dentro de la gravedad

Personal sanitario del hospital Carlos III donde se encuentra aislada Teresa Romero, la auxiliar de enfermería afectada por el virus del ébola.
Personal sanitario del hospital Carlos III donde se encuentra aislada Teresa Romero, la auxiliar de enfermería afectada por el virus del ébola.
Víctor Lerena / EFE
Personal sanitario del hospital Carlos III donde se encuentra aislada Teresa Romero, la auxiliar de enfermería afectada por el virus del ébola.

El director del Instituto de Salud Carlos III y miembro del Comité Científico creado por el Gobierno, Antonio Andreu, ha afirmado que el estado de la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola, Teresa Romero, se mantiene estable dentro de la gravedad, aunque los profesionales que la atienen aprecian una leve mejoría en su estado clínico.

Sin querer entrar en mayor información sobre el estado de salud de la paciente, ha explicado que, aunque hay que ser "prudentes", su situación "da esperanzas al equipo clínico que está intensificando todos los esfuerzos para mejorar su salud". Asimismo, ha mostrado su "reconocimiento y agradecimiento" a los profesionales sanitarios del Hospital Carlos III-La Paz de Madrid, que "han mostrado el nivel de los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud".

Sobre las posibilidades de curación de la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, habló también este martes Fernando de la Calle, de la unidad de Medicina Tropical del Carlos III de Madrid. De la Calle, uno de los médicos que la atienden, ha asegurado que las probabilidades de curación aumentan a partir de este martes, cuando se cumplen 15 días desde que empezó a experimentar los primeros síntomas de la enfermedad.

"Es verdad que, estadísticamente, pasados ciertos días de la enfermedad, superada cierta barrera, los que han sobrevivido tienen más probabilidades de salir adelante", ha dicho este médico, que ha añadido que ese tope se fija en los 14 ó 15 días desde la aparición de los primeros síntomas. Esto indica que, en el caso de Teresa Romero, la jornada de este martes y el miércoles serán cruciales para determinar sus posibilidades de curación.

De la Calle ha explicado que la paciente está recibiendo tratamientos experimentales para combatir el virus y medidas de soporte vital. Ha insistido en que "nadie que no tenga síntomas puede contagiar" el virus y que en este momento la única persona que puede hacerlo es Teresa.

La probablidad de supervivencia aumenta

Por otro lado, el miembro del comité especial creado por el Gobierno y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Rodríguez Artalejo, reconoce que cada día que la auxiliar de enfermería Teresa Romero sobrevive al virus del ébola mejoran sus posibilidades para que se cure definitivamente de la infección aunque es complicado establecer plazos: "Siempre hay esperanza pero hacer juicios pronósticos es muy complicado".

En este sentido, explica que la vida de la auxiliar dejará de correr peligro si la carga viral baja mucho, hasta que prácticamente sea indetectable y, apunta que lo más importante es que "tenga una mejoría clínica clara". "En general, cada día que pasa mejoran las posibilidades pero no hay ningún plazo", destaca el experto, quien señala que en África, donde la respuesta sanitaria es básica, cuando una persona infectada sobrevive dos o tres semanas "todo va bien".

Sin embargo, añade, en los países desarrollados, en concreto en España con el caso de Teresa Romero en el que "se ponen tantos medios para ayudarla" al mismo tiempo que se le está salvando la vida "también se genera la posibilidad de que desarrolle otras complicaciones"; "hay que ir viendo", agrega.

Incide en que el 27 de octubre "es una fecha muy importante" puesto que el brote de ébola en el país habrá concluido si hasta entonces ninguno de los contactos de la auxiliar infectada desarrolla la enfermedad, al haber transcurrido 21 días desde el ingreso de la mujer en el hospital Carlos III.

Formación al personal que trata a Teresa

Por su parte, el doctor Fernando de la Calle también ha destacado la preparación del equipo médico que está tratando a la auxiliar contagiada y ha asegurado que cuenta con la formación suficiente para ponerse y quitarse el traje de seguridad con total garantía. Ha reconocido que "ese momento es el más crítico y en el que hay que tener mucha tranquilidad y hacerlo bien".

"Con los trajes estamos trabajando bien y tranquilos, si no yo soy el primero que, si el traje que me pongo no es el adecuado, no me voy a exponer a un ébola", ha manifestado, aunque ha reconocido que es complicado trabajar con él porque no transpira, tiene varias capas y limita la sensibilidad para poder explorar al paciente.

Ha reconocido, sin embargo, que existe "cierta inquietud" entre algunos de los trabajadores y que, incluso, alguno de ellos se ha negado a atender a la paciente. "Si detectamos que alguien está nervioso o que no se siente capacitado para entrar, no entra, porque son unas condiciones de trabajo complicadas y nadie se puede poner nervioso ni marear", ha explicado.

No obstante, ha indicado que, en general, hay mucha tranquilidad en la actividad diaria, ya que se trata del tercer caso de ébola al que se enfrentan, pues también atendieron a los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo.

De la experiencia de estos dos casos, los médicos han aprendido "muchas cosas", desde "el manejo en una situación de aislamiento que nunca se había vivido, estar limitado con pruebas complementarias y basarse más en el ojo clínico, hasta la retirada y puesta de trajes".

El doctor De la Calle ha recalcado la valentía de Teresa "porque como profesional participó en la innovación de atender por primera vez ébola en Europa" y ha reconocido que, al ser una compañera, al trabajo profesional hay que añadir un componente emocional.

Ingresados y en observación

Por "contacto de riesgo" hay 16 personas (incluída Teresa Romero) en la planta de "vigilancia activa" del Hospital Carlos III, todos sin síntomas de la enfermedad.

  • Javier Limón, marido de Teresa Romero. No presenta ningún síntoma y se encuentra en observación por contacto directo con la paciente. Así estará por 21 días (periodo de incubación del virus), según ha informado la subdirectora del Carlos III, Yolanda Fuentes. Al afectado no se le puede realizar ningún análisis hasta que no muestre los primeros síntomas, pues el ébola tiene un periodo en el que el número de virus en el cuerpo es tan bajo que apenas se pueden detectar con tests. Aparte, es el principal sospechoso de tener el virus debido a su cercanía con Romero.

  • Dos médicos. Se trata de la doctora de Atención Primaria del ambulatorio de Alcorcón que atendió a Teresa Romero y un médico del Hospital de Alcorcón, el que la trató en un primer momento, que ingresaron el miércoles por la noche para su observación y que están asintomáticos.

  • Un médico. Ha ingresado por "contacto de riesgo" este mismo jueves. Estará en el hospital para realizarle "para un seguimiento estrecho", pero está "asintomático".

  • Un médico del SUMMA que atendió a Teresa Romero antes de su ingreso en el Hospital de Alcorcón ha ingresado este jueves por la tarde sin síntomas.

  • Otras siete personas ingresaron el jueves por la noche en el Carlos III, todos ellos sin presentar todavía síntomas. Son cinco mujeres y dos hombres: las dos peluqueras que atendieron a Teresa Romero hace unos días, un médico, un enfermero supervisor, un celador y otras dos enfermeras.

  • Otra peluquera del centro donde se depiló Teresa Romero ingresó el viernes por la tarde, sin síntomas.

  • Una enfermera del Hospital La Paz, sin síntomas.

  • Una mujer del servicio de limpieza del Hospital de Alcorcón, sin síntomas.

Dados de alta

  • El ingeniero que llegó de Nigeria, cuyo nombre no ha trascendido, dio negativo en el primer y segundo test del ébola, que se le practicaron con 72 horas de diferencia, por lo que se procedió a su alta hospitalaria el miércoles noche. Este ingeniero llegó desde el país africano con algo de fiebre y se le ingresó por precaución, pero se cree que podría tratarse de una fiebre por malaria.
  • Enfermera que atendió a los sacerdotes. Otra de las profesionales que trabajó con los sacerdotes fallecidos, aunque en ningún momento tuvo contacto directo con ellos. Tras dar negativo en ambas pruebas fue dada de alta el miércoles noche. Era el caso menos sopechoso, pues ingresó con diarrea (uno de los síntomas del ébola) pero no con fiebre.
  • Un enfermero. Ingresó también el miércoles por la noche y atendió a los misioneros españoles repatriados por contagio de ébola. Será sometido en las próximas horas al primer análisis que revelará en primera instancia si está contagiado o no con el virus.
  • Una enfermera. Formó parte del equipo que atendió al misionero Manuel García Viejo. Las pruebas a las que fue sometida han confirmado que no tiene ébola. Permanecerá en vigilancia pasiva hasta el 16 de octubre.

El Ministerio de Sanidad ha confirmado que hay 54 personas en vigilancia por haber estado en contacto directo con la auxiliar de enfermería contagiada o por haber estado al cuidado de los misioneros fallecidos.

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