Dos ladrones atracan un banco ayudados de una granada falsa

Los atracadores huyeron tras dejar el falso artefacto explosivo adosado a la luna de la puerta de una sucursal del BBVA, en la calle de Cartagena, distrito de Salamanca.

Al darse a la fuga después de atracar el banco, los ladrones pegaron al cristal de la puerta un objeto cilíndrico envuelto en cinta aislante y dijeron que era una granada, por lo que hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos del TEDAX para examinar el artefacto y proceder a desactivar lo que parecía una granada.

Previamente, agentes del Cuerpo Nacional de Policía habían acordonado la zona con el fin de evitar posibles heridos en caso de que el artefacto hiciera explosión. Cuando los TEDAX llegaron al lugar e hicieron las comprobaciones oportunas, descubrieron que la supuesta "granada" era un bote de spray contra los mosquitos envuelto en cinta aislante.

Esperar a que pase todo

Carlos, uno de los rehenes del atraco, relató a Europa Press nada más salir del banco que "la verdad es que ha sido todo muy frío, hay que mantener la calma y ya está, esperar a que pase todo". Para él era "la primera vez" que se veía implicado en una situación de estas características.

Con aparente calma, contó cómo transcurrió el suceso dentro de la sucursal desde que entraron los dos atracadores hasta que la Policía les permitió salir de la oficina bancaria, cuando se comprobó que los asaltantes no habían dejado ningún artefacto explosivo en el local.

Así, explicó que él se encontraba hablando con la directora de la sucursal en su despacho cuando entraron en el banco dos personas "que se suponen que eran sudamericanos". Uno de ellos, precisó, se introdujo en la caja, mientras que el otro permaneció en la recepción de la sucursal. Tras ello, continuó, introdujeron a todos los que allí se encontraban en la oficina principal del local.

Uno llevaba pistola
A pesar de que reconoció que no pudo ver "muy bien" lo sucedido, dado que se encontraba en el despacho de la directora de la sucursal, aseguró que "uno de ellos llevaba pistola", pero no pudo confirmar si el otro portaba algún tipo de arma, aunque opinó que "probablemente sí".

Por su parte, Eva, que trabaja en una empresa de reformas situada junto a la sucursal, comentó que la Policía, tras instalar el cordón policial y pedirles que no salieran de su local, les preguntó si sabían que el banco "tenía alguna otro salida", así como el número de teléfono del mismo.

Eva destacó el desconcierto existente entre vecinos y trabajadores de las tiendas cercanas en los primeros instantes, y confesó no haber visto a nadie salir del BBVA. Además, reconoció que han pasado "un poquillo" de miedo, pero a la vez apuntó que ha sido "algo emocionante".

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