El guardia civil acusado de tráfico de cocaína admite que la consumía, pero no la vendía

Uno de los procesados dice que desconocía que transportara droga y otro asegura que los agentes lo "amenazaron" para declarar
Juicio con el Guardia Civil acusado de tráfico de cocaína
Juicio con el Guardia Civil acusado de tráfico de cocaína
EUROPA PRESS
Juicio con el Guardia Civil acusado de tráfico de cocaína

El agente de la Guardia Civil acusado junto a otras 12 personas más por tráfico de cocaína en el norte de la provincia cordobesa ha admitido este jueves ante el juez que compró dicha sustancia para "consumo propio", pero que "nunca" se ha dedicado a venderla, al tiempo que ha manifestado que "jamás en la vida" ha utilizado su cargo para facilitar información a otros.

Así lo ha destacado en la sesión celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, que continuará con las vistas el día 16y donde en esta jornada han estado presentes los seis procesados con los que sigue el juicio, después de que los restantes aceptaron la semana pasada penas de dos años de prisión para cada uno de ellos. El fiscal pide para los seis acusados penas que van entre los once y los siete años de prisión, concretamente para el agente de la Benemérita solicita una pena de once años de cárcel y una multa que supera los 60.000 euros.

En concreto, el agente del Instituto Armado ha insistido en que no facilitó la droga a otras personas y que él llegó a comprar entre "siete y nueve gramos" de cocaína, pero eran para "consumo propio", al tiempo que ha precisado que en el momento que ocurrieron los hechos estaba "de baja", concretamente desde el año 2007, fecha desde la que no tuvo acceso a informaciones del cuartel, según ha dicho el acusado, quien no recuerda algunas de las conversaciones mantenidas con otros procesados.

Mientras, otro de ellos ha defendido que desconocía que en su mochila, con la que viajó desde Madrid a Sevilla, llevara cocaína, para lo cual ha justificado que la perdió de vista "en dos ocasiones", una durante la noche anterior a viajar desde Madrid, que permaneció en un coche, y la otra al llegar a la capital hispalense, donde la dejó en el coche de uno de los acusados antes de que éste aparcara.

Además, dicho acusado ha destacado que colaboró en todo lo que pudo con los agentes de la Policía Nacional en el momento de la detención, en el que el otro procesado hablaba por móvil y escuchó: "nos pillaron", según ha señalado el varón.

Asimismo, otro de los procesados ha relatado que los agentes de la Guardia Civil lo "coaccionaron y amenazaron" para que declarara en contra de otro de los acusados, quien supuestamente lo había inculpado antes, según le insinuaron los agentes, y en caso de que lo culpara, le dijeron que "solo estaría un día en prisión", ha manifestado el hombre, al tiempo que ha negado que le ofrecieran vender cocaína o que se haya dedicado a ello, aunque admite que consumió "algo" para evitar dormirse en el coche.

Las operaciones

Según recoge la calificación del Ministerio Público, la investigación la inició la Guardia Civil de Peñarroya-Pueblonuevo, después de que entre los años 2008 y 2009 comprobaron que dos de los procesados supuestamente coordinaban todas las operaciones y distribuían la droga, bien desde un club del citado municipio cordobés o bien a través de los otros acusados.

En este sentido, adquirían la cocaína y otras sustancias en Sevilla a través de dos de los procesados y desde Córdoba y otras localidades, a través de otros tres acusados, entre ellos una mujer, quienes supuestamente ocultaban la droga en sus respectivos domicilios en Peñarroya.

Mientras, otros dos procesados realizaban labores de intermediarios en la búsqueda de clientes, así como la ocultación y obtención de sustancias para la posterior venta por parte de los otros acusados. Además, otras tres personas residían en domicilios de Belmez y supuestamente se dedicaban a la venta y distribución de droga.

Por otra parte, el agente de la Guardia Civil, "activo en el momento de los hechos", supuestamente era el encargado de informar a los procesados sobre las operaciones policiales y "facilitar así de forma activa la venta de droga, adquiriendo él también para su consumo", según relata el fiscal, quien además de la pena de once años de cárcel, solicita para él inhabilitación especial para empleo o cargo público.

Durante la operación, los agentes realizaron diferentes registros domiciliarios, en los que hallaron diversas cantidades de sustancias estupefacientes, entre ellas cocaína, así como distintas balanzas y dinero. Cabe destacar que parte de los acusados estuvieron en prisión preventiva.

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