Obispos del sínodo admiten que habría que ser "comprensivos" con los divorciados

  • Las "situaciones particulares" en las familias, como el divorcio, los hijos fuera del matrimonio o las convivencias, centran el debate en el Vaticano.
  • No todos "pueden llegar al ideal de perfección y de bien posible que defiende la Iglesia Católica", reconoce el arzobispo argentino Víctor Manuel Fernández.
  • Ha explicado que muchos insisten en que hay que ser comprensivos aunque nadie quiera "eliminar el concepto indisoluble del matrimonio".
El secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, a su llegada a sistir al Sínodo de los Obispos extraordinario.
El secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, a su llegada a sistir al Sínodo de los Obispos extraordinario.
EFE/Claudio Peri
El secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, a su llegada a sistir al Sínodo de los Obispos extraordinario.

La aspiración de una Iglesia Católica más comprensiva con "situaciones particulares" en las familias, como el divorcio, los hijos fuera del matrimonio o las convivencias ha encontrado eco en el sínodo de obispos en el Vaticano.

"¿Podrá el sínodo encontrar una nueva forma de afrontar los problemas de las situaciones particulares de las familia?", se preguntaba uno de los obispos que intervino, según explicó el rector de la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires, el arzobispo Víctor Manuel Fernández.

Para Fernández, que habló en una rueda de prensa tras la sesión matinal, hay que tener en cuenta la "realidad concreta de las personas" y que no todos "pueden llegar al ideal de perfección y de bien posible que defiende la Iglesia Católica".

Por ejemplo, explicó el rector argentino, en este Sínodo "nadie quiere eliminar el concepto indisoluble del matrimonio, ni debilitar ese vínculo tan importante", pero explicó que muchos insisten en "el realismo comprensivo que debe acompañar al sufrimiento de muchas familias, aunque esto implique que nos tengamos que manchar de fango".

"Compasión por el dolor"

En el resumen de las intervenciones que divulgó la oficina de prensa del Vaticano se explicó que el tema de los divorciados católicos que se han vuelto a casar "se afronta con la prudencia que requieren las grandes causas, pero con la objetividad de la verdad y con la misericordia por la persona y su sufrimiento".

Y se recordó que "muchos fieles se encuentran en esta situación no por su culpa". También durante la apertura de la sesión de este miércoles, el cardenal brasileño Damasceno Assis afirmó que "en una Iglesia que el papa Francisco definió como un hospital de campaña después de una batalla, no se puede no salir al encuentro de tantas familias en crisis".

Por otra parte, el arzobispo de Glasgow (R.Unido), Philip Tartaglia, pidió a los obispos que no "fallen" a quienes fracasan en su matrimonio y se quieren acercar a la Iglesia Católica. Para Tartaglia, la Iglesia tiene que tener "compasión por el dolor y por la laceración de los corazones humanos atrapados en la separación, la traición y el divorcio".

"En momentos de angustia y de desgracia, la gente regresa instintivamente a la Iglesia para recibir esperanza, consuelo e inspiración. No debemos fallarles", indicó. Esta petición se hace aún más fuerte entre los obispos alemanes, pues el arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, informó de que los obispos alemanes han redactado un documento conjunto que presentarán al sínodo y en el que apoyan la posición del cardenal Walter Kasper.

Kasper es el paladín de una mayor "misericordia" hacia los casos difíciles, incluyendo el de perdonar a los divorciados y readmitirlos en la Iglesia, y también en los sacramentos, a través de un camino penitencial.

Matrimonios interreligiosos

También se abordó otro tipo de familia, la formada por los matrimonios interreligiosos, los llamados "matrimonios mixtos" y el desafío de la Iglesia sobre "cómo responder a la incógnita de los católicos que, unidos en un matrimonio mixto, quieren seguir practicando su fe". Estas parejas, también se ha oído en el Aula del Sínodo, no pueden ser dejadas de lado y la Iglesia debe seguir ocupándose de ellas.

Otro tema afrontado ha sido el de la precariedad laboral y el desempleo, pues la angustia por la falta de un trabajo seguro crea dificultad en las familias y hace que las familias se sacrifiquen para sobrevivir, explicó un ponente. Varios de los obispos y participantes también han reflexionado sobre la necesidad de una mayor preparación para el matrimonio y el acompañamiento de la pareja, pues a muchos tras la boda se les ve sólo cuando bautizan a su primer hijo, subrayaron.

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