Dos de los seis agentes de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que intervinieron en el incidente de tráfico que protagonizó Esperanza Aguirre en abril en la Gran Vía han vuelto a sancionar este viernes al mismo vehículo por estacionar en doble fila, según fuentes policiales.

En esta ocasión, el coche, un Toyota Versus blanco, no lo conducía la presidenta del PP madrileño sino un empleado del servicio de la expresidenta regional y de su marido, Fernando Ramírez de Haro. El vehículo ha sido sancionado por aparcar en doble fila cuando, a primera hora de la tarde, el hombre que iba al volante ha dejado en doble fila en la calle de Ferraz, a la altura del número 98, para recoger unas tortillas de un establecimiento.

Los agentes se han acercado al coche y tras advertir al chófer de que ahí no podía estar, este ha continuado la marcha y ha aparcado más adelante en una zona de carga y descarga. Tras percatarse de la maniobra, los agentes han decidido multarle por aparcar en doble fila.

Los agentes de Movilidad denunciaron a Esperanza Aguirre el 3 de abril pasado por aparcar en el carril-bus de la Gran Vía, tras lo cual Aguirre se marchó del lugar en su coche sin haber completado el trámite, según los agentes de movilidad, aunque la dirigente política ha asegurado que sí entregó toda la documentación, y ahora el juez que instruye las diligencias debe determinar si cometió un delito o una falta.

La vicesecretaria de Organización del PP de la Comunidad de Madrid, Gádor Ongil, ha mostrado su "estupor" y su incredulidad por que se hayan revelado datos "privados" sobre la multa a una persona que conducía el coche de Esperanza Aguirre, algunos de ellos "totalmente falsos".

Además de calificar de "llamativo" que interpusiesen la nueva sanción "los mismos agentes de Movilidad" que multaron a Aguirre en su día, Ongil lamenta que la información se haya difundido "con todo lujo de detalle", puesto que —recuerda— en algunos medios "se habla incluso de que la persona que conducía el vehículo bajó a comprar unas tortillas".

"Es muy preocupante que se filtren datos personales de los ciudadanos a los que se multa y, es más, que se den hasta los detalles personales de qué se hace cuando uno se baja del coche", denuncia la vicesecretaria de Organización del PP madrileño, quien duda de que revelar esa información sea legal, ateniéndose a la Ley de Protección de Datos.

"Y si en vez de comprar unas tortillas el conductor hubiera ido a hacer una gestión personal o íntima de la presidenta, de un familiar, o del propio conductor, ¿también lo hubieran revelado?", se cuestiona.

Para la vicesecretaria del PP de Madrid, es "indignante que cosas así puedan ocurrir cuando los datos personales están protegidos, máxime cuando además afecta a una persona pública, en este caso a la presidenta del PP de Madrid, que tiene notable repercusión", recuerda en el comunicado.