En Málaga, por ejemplo, la empresa Umafiesta, que el año pasado trajo a Granada a 650 estudiantes, repite negocio. En esta ocasión hay tres alternativas para viajar: el día 1 por 15 euros (de doce de la mañana a doce de la noche), el día 3 con igual precio y horario, y la opción full por dos euros más: quedarse hasta las cinco de la madrugada del 4 de mayo.

Fiesta sin cruz

El eslogan «vive una de las fiestas más multitudinarias del territorio nacional» y la fotografía del macrobotellón del año pasado ha bastado a la empresa para tener 13 días antes de la celebración de las Cruces «dos autobuses llenos», afirma Manuel Aguilera, uno de los organizadores. «Pensamos –continúa– fletar  por lo menos seis autobuses por día. No importa que el 1 de mayo no estén montadas las cruces porque Granada siempre se vende y la gente quiere divertirse».

Los estudiantes de la Universidad Carlos III, en Madrid, también quieren pasarlo bien. «Hemos completado ya un bus el fin de semana anterior a las cruces para calentar el ambiente y esperamos hacer lo mismo en días posteriores», afirma Alejandro Martín.

Estudian cerrar  el ‘botellódromo’

El Ayuntamiento ha prohibido este año las barras, no autorizará beber en la calle y estudia cerrar el botellódromo. Además, sólo será fiesta de 12 de la mañana del día 3 a dos de la madrugada del día 4. Con esta medida intenta recuperar el carácter tradicional de la celebración. Sin embargo, los estudiantes que comenzarán a llegar desde el 28 de abril a la ciudad esperan participar en un macrobotellón autorizado, como el del año pasado.