El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha apostado este miércoles por que la Generalitat "entre en la legalidad" para poder establecer un diálogo y ha advertido del riesgo de que el proceso soberanista catalán salga de las instituciones a la calle, lo que ha considerado "extraordinariamente peligroso".

"Hay que entrar en la legalidad, comprometernos todos a movernos dentro de la legalidad y ahí hablaremos. Siempre he sido partidario del diálogo dentro de la ley y de la lealtad institucional", ha afirmado García-Margallo en declaraciones a la Cadena Ser. Lo ha dicho después de que el martes miles de personas se concentraran ante los ayuntamientos catalanes contra la suspensión de la ley de consultas y el decreto del 9-N, y de las multitudinarias manifestaciones de la Diada de los últimos años.

Según García-Margallo, Mas "debería reflexionar" ya que "puede asistir a que el proceso político salga de las instituciones —de la Generalitat— a la calle y eso es extraordinariamente peligroso". "En democracia la manifestación es un derecho que reconocemos, pero las decisiones políticas se toman en las instituciones, cuando se desbordan las instituciones se entra en un camino cuyo final no se conoce", ha agregado.

Tras insistir en que es importante que "las aguas vuelvan a su cauce" para poder dialogar dentro de la ley, el jefe de la diplomacia española ha señalado que si quien ha creado "un problema" no está dispuesto a aceptar la legalidad "es difícil sentarse a hablar" y ha añadido que, incluso la Transición viniendo de una dictadura, "se hizo de la ley a la ley pasando por la ley".

Margallo está dispuesto a hablar con la Generalitat, pero "después de que se renuncie a plantear opciones que están fuera del cuadro legal". "Hay que retirar el órdago, decir que todos los españoles tenemos derecho a decidir el futuro de España, y nos podemos sentar a hablar", ha insistido.

En cuanto a la reforma de la Constitución que pide el PSOE, el ministro de Asuntos Exteriores ha asegurado que "todos los textos se van quedado algo viejos", pero ha subrayado que este texto está "absolutamente vigente".

En cualquier caso, como ya dijo el martes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, García-Margallo ha insistido en que "para tocar el texto constitucional habrá que decir qué hay que tocar", quiénes están de acuerdo, si hay consenso y si resuelve o no los problemas. Precisamente, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, ha dicho este miércoles que Rajoy es un "comodón" por pedir que "concrete" su propuesta de reforma constitucional, cuando eso debería hacerlo él con su mayoría absoluta.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha insistido en apelar al cumplimiento de la ley y de las decisiones de los tribunales igual que se respeta la libertad de expresión. "A todo el mundo le compete respetar las leyes y las decisiones de los tribunales. Es lo que hay que hacer", ha añadido la número dos del Ejecutivo. "Respetando todos la ley todos nos entendemos estupendamente", ha insistido.

Lo ha dicho antes de un desayuno informativo en el que ha intervenido el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso,quien ha expresado su temor y el de su partido a que se produzca en Cataluña "un retroceso gigantesco en las libertades públicas". El popular ha asegurado la situación de Cataluña "no es tan trágica" como la que se vivió durante mucho tiempo en el País Vasco pero ha advertido que "el efecto de la exaltación de la nación es el mismo", y lo que acaba habiendo es "una sociedad que habla y otra que calla, una que manda y otra que obedece".

En su opinión, los nacionalistas "se alimenten de la teoría del conflicto" y algunos "se dedican a crearlos y alimentarlos", además de criticar que "quien creó el problema" pide ahora "que todos los demás le den una solución". Con todo, Alonso también ha apelado al respeto a la legalidad.