Para el PP se trata de una ley que busca "el mayor refuerzo de los ayuntamientos de cara a proporcionar servicios al ciudadano". El portavoz de IU, Roberto Sánchez Ramos ha defendido que se trata de una "ley trampa" que convertirá "minorías en mayorías".

Según Ramos, la reforma convertiría a los consistorios en administraciones "más presidencialistas, menos participadas y menos pluralistas". Por su parte el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Alfredo Carreño, ha defendido que su grupo "no va a permitir" una nueva "cacicada" del PP, "vestida de regeneración democrática". A su juicio, esta reforma supone un "pucherazo" que ratifica la forma de hacer política del Partido Popular.

Se trata, para el edil socialista, de un intento de "quitar de un plumazo" las reglas democráticas por "miedo" a perder "muchas" de las grandes alcaldías actualmente regidas por los 'populares', como podrían ser Madrid, Valencia y Oviedo, tras los resultados obtenidos en las Elecciones Europeas.

La portavoz de Foro Oviedo, Cristina García Pumarino, ha mostrado la oposición de su grupo municipal ante la reforma propuesta por el PP, porque supone un "cheque en blanco" para el partido más votado en cada corporación.

Asimismo ha defendido que si se realiza una reforma como esta, debería extenderse a la elección de los presidentes regionales y al de la nación. De no ser así, ha asegurado que esta reforma "sería incongruente y difícil de justificar ante los ciudadanos".