Monseñor Osoro: "Hasta siempre Valencia, os llevo a todos en mi corazón"

El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de Valencia, monseñor Carlos Osoro, se ha despedido este domingo de la archidiócesis levantina después de cinco años y cuatro meses agradeciendo todo el apoyo y cariño recibido. "¡Hasta siempre Valencia! ¡Hasta siempre, tierra de María! Os llevo a todos en el corazón", ha asegurado.
Osoro venerando a la Virgen de los Desamparados
Osoro venerando a la Virgen de los Desamparados
M.GUALLART/AVAN
Osoro venerando a la Virgen de los Desamparados

El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de Valencia, monseñor Carlos Osoro, se ha despedido este domingo de la archidiócesis levantina después de cinco años y cuatro meses agradeciendo todo el apoyo y cariño recibido. "¡Hasta siempre Valencia! ¡Hasta siempre, tierra de María! Os llevo a todos en el corazón", ha asegurado.

La Catedral de Valencia ha sido el escenario de la misa de acción de gracias y despedida del prelado, a la que han asistido, entre otras autoridades, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

En su homilía, monseñor Osoro ha dado gracias a Dios "por estos años de gracia que han sido para mi vida el estar con vosotros en Valencia" y ha agradecido a los presentes su apoyo porque —ha apuntado— "me habéis ayudado a que la Iglesia fuese reconocida como la casa de la misericordia, esa casa a la que pueden ir todos los hombres.

Según ha explicado, durante estos casi seis años su intención ha sido transmitir el amor de Dios, el perdón, así como los valores de "la reconciliación, la construcción, la fraternidad, de vivir en misión, de ser testigos gozosos de la alegría del Evangelio con obras y palabras, de ser defensores de la vida".

Gracias a los sacerdotes. El Obispo sabe que tiene que ser para ellos padre, hermano y amigo. Me he encontrado aquí en Valencia con verdaderos hijos, verdaderos hermano y verdaderos amigos. Perdonadme si es que vosotros no encontrasteis siempre al padre, hermano y amigo.

Gracias a los seminaristas: es verdad, tengo que confesarlo, habéis sido mi predilección y tenía puestas muchas esperanzas en vosotros, os quiero mucho, es como ese padre que está orgulloso de sus hijos, he vivido cada momento de vuestra vida, cuando estabais mal para alentaros y cuando estabais bien para alegrarme con vosotros. Vuestra vida ha sido mi vida. Gracias. Estoy seguro que las seguiréis teniendo a través del nuevo padre y pastor que viene a Valencia.

Gracias a la Vida Consagrada, he encontrado en vuestra respuesta a Dios, total y definitiva, incondicional y apasionada, hermanos y hermanas que me habéis ayudado a vivir más y mejor mi ministerio. ¡Qué testimonio más precioso y generoso, habéis sido y sois un signo elocuente de la presencia del Reino de Dios para el mundo de hoy! Ánimo, sed valientes, os acompañaré y alentaré siempre.

Asimismo, ha agradecido a los jóvenes que hayan estado a su lado para "hacer presente a Jesucristo", a la familia cristiana por ser "escuela de sabiduría que educa a todos los miembros en las virtudes que llevan a la felicidad auténtica y duradera", a los ancianos por "regalarnos vuestra sabiduría que la experiencia y los años os ha dado", a los enfermos, y a las entidades sociales civiles, culturales y educativas.

"Me despido parafraseando al Papa Juan Pablo II en su última visita a España en el año 2003: "Con gran afecto os digo, como en la primera vez: ¡Hasta siempre Valencia! ¡Hasta siempre, tierra de María!, os llevo a todos en mi corazón", ha concluido Osoro.

Carta del vicario general

Por su parte, el vicario general, Vicente Fontestad, ha querido trasladar en una misiva a Osoro el sentir de la diócesis y en ella apunta que nunca aunque hubiera querido vivir esta celebración de despedida "hay que estar dispuesto para entregarse y para darse sin reservas".

"No es posible reflejar en unas líneas lo que usted ha sido para muchos a través de su encuentro personal. Sólo Dios sabe lo que ha sembrado en el corazón de sus diocesanos", ha aseverado.

En todo caso, Fontestad ha querido transmitirle, haciéndose eco del sentimiento y afecto de toda la Iglesia en Valencia, el "más profundo reconocimiento por su identidad tan transparente de pastor, de padre y amigo".

"Queremos mostrarle nuestro agradecimiento con un regalo que estamos seguros que usted valora y que nos hará presente en su corazón cada día: Una copia fiel del Santo Cáliz, que usted puso en su escudo episcopal como Arzobispo de Valencia", ha anunciado.

De este modo, ha proseguido, "cada día cuando celebre la eucaristía y eleve para su adoración el cuerpo y la sangre de Cristo le pido que tenga una oración por esta Iglesia en Valencia".

"Aquí estará siempre su casa, su familia y su porción de Iglesia, que se compromete a seguir creciendo bajo la guía y estimulo del Cardenal Antonio Cañizares. Le acompañaremos desde Valencia con nuestra oración y cariño para que su Ministerio en Madrid sea tan fructífero como aquí", ha concluido.

Regalo a la basílica

Previamente, Osoro, ha regalado a la Basílica de la Virgen un relicario en el que, bajo una réplica del Santo Cáliz sostenida por dos ángeles de plata, está incrustada una reliquia de san Juan Pablo II, en concreto, una ampolla con sangre del papa polaco.

Monseñor Osoro ha bendecido y colocado el relicario sobre el altar de la capilla del Santísimo Cristo del Feliz Tránsito a la Gloria, más conocida como "la Coveta", en la Basílica de la Virgen antes de dirigirse a la Catedral para presidir la misa de acción de gracias con la que se ha despedido de la diócesis.

La reliquia de san Juan Pablo II la recibió monseñor Osoro de manos del que fue secretario del pontífice, el hoy cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz.

La réplica del Santo Cáliz ha sido realizada en piedra y plata dorada y a los pies, en la peana, está la teca de plata, decorada con elementos de fundición, que alberga la reliquia de san Juan Pablo II. Asimismo, sobre la tapa trasera se ha cincelado el escudo del papa santo.

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