A raíz de la ruptura
Sin embargo, en el auto en el que desestimaba la denuncia, el magistrado calificaba de «sorprendente que una persona con alto nivel de formación y capacidad soporte durante los años que ella señala esos supuestos desprecios, humillaciones...». El juez asegura además que es a raíz de la ruptura cuando la mujer presentó su denuncia.
La magistrada Inmaculada Montalbán, miembro de la Comisión de Violencia de Género de Jueces por la Democracia, recordó ayer a 20 minutos que este fenómeno es un problema estructural de la sociedad española: «La violencia contra las mujeres se da con independencia del nivel económico o la formación de la víctima».
La magistrada, miembro del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, insistió en la necesidad de formar a todos los operadores jurídicos que intervienen en la lucha contra este problema.
En este sentido, recordó que la existencia del «síndrome de la mujer maltratada» está comprobado médicamente. Entre sus componentes se encuentra el sentimiento de culpa y la indefensión, que lleva a la víctima a tardar en denunciar o no hacerlo.
Otra ‘perla’ del mismo juez
Se da la circunstancia de que el mismo magistrado dictó otro auto polémico, esta misma semana, al imponer a un hombre una orden de alejamiento de 300 metros respecto a su mujer, quien lo había denunciado por maltrato físico. Sin embargo, curiosamente concedía al acusado el uso y disfrute del piso que compartía con la víctima y dejaba en la calle a la mujer y a su hija de 15 años. En ese caso, argumentó que el alquiler estaba a nombre de él y que la menor no era su hija, por lo que no tenían ningún vínculo.
Paula Aller Franco abogada
«Este auto da con la puerta en las narices a muchas víctimas»
¿Cómo se ha tomado la decisión su representada?
Con miedo, porque tanta expectación la tiene un tanto abrumada y porque todavía convive con él.
¿Qué van a hacer?
Está recurrido ante el mismo juez para ver si rectifica. Si no lo hace, presentaremos otro recurso para que decida la Audiencia Provincial de Valladolid.
¿Le sorprende este tipo de decisiones?
No es la primera vez que se producen, pero son una marcha atrás en todo lo que se ha avanzado. A muchas víctimas se les dice que no aguanten y que denuncien, y con autos como éste se les da con la puerta en las narices a muchas mujeres maltratadas. Ninguna va a denunciar ante el temor de que les pueda pasar algo parecido.
¿Fue el caso?
Efectivamente, a mi representada le controlaba las llamadas de teléfono, le obligaba a presentar facturas de sus compras y hasta a pagar el alquiler de su propia casa, por el hecho de tener menos estudios que su pareja. El agresor le venía diciendo desde hace 16 años que nadie le iba a creer y, cuando se decide, así ha sido.
¿Por qué no le han creído?
Ni siquiera le han dado la oportunidad de explicarse ni de presentar pruebas o testimonios, puesto que el juez ha sobreseído la causa al no encontrar indicios de ningún delito. Eso es lo que nos da miedo. R. G. L.
BIO. Representa a la profesora de instituto vallisoletana.
La condición: ser mujer
Rocío Mielgo, Asociación de Asistencia a Víctimas de malos tratos.
Con una decisión así, el juez no demuestra tener la formación que se le supone. Un proceso de violencia doméstica se inicia siempre con un maltrato psicológico a través del control social, económico y de las relaciones de la pareja. Es algo que se cumple en todas y cada una de las víctimas y, cuando el maltratador no consigue los efectos deseados por esa vía psicológica, comienza a usar la violencia física, que ya no paran nunca. En otros casos, como el de esta mujer de Valladolid, el acoso psicológico ha sido durante 16 años tan dañino y brutal que ha conseguido controlar a la víctima sin necesidad de recurrir a la fuerza. Al juez le sorprende que sea una mujer con estudios. La realidad es que sólo hay una condición para las víctima de violencia de género: ser mujer. Altas, guapas, listas y con poder adquisitivo o no, cualquiera es víctima y es muy difícil salir de ello.
Otras polémicas
Marzo 2007
Inteligencia limitada. Un juez de Barcelona impuso la pena mínima por agresión sexual a un hombre que violó a una mujer, al considerar que el nivel de inteligencia del acusado es limitado.
Febrero 2007
Sin angustia. La Audiencia de Almería condenó sólo a 7 meses a un hombre que agredió a su mujer, al no encontrar el juez indicios de «angustia y temor» en la víctima.
Octubre 2006
Poca fuerza. La Audiencia de Jaén absolvió a un joven acusado de violar a una menor a la que dejó embarazada, por considerar que la fuerza que empleó el acusado no merecía ser calificada como violación.
Enero 2004
Por ir a la moda. Un juez dejó en libertad a un hombre acusado de maltratar a su pareja, entre otros motivos, porque la desenvoltura de la víctima, que viste «a la moda», no coincide con el aspecto de una mujer maltratada.
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