Presentan en San Sebastián 'Loreak', primer filme en euskera que opta a la Concha de Oro

  • Compite en la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián junto a 'La isla mínima' y 'Magical Girl'.
  • Un enigmático ramo de flores colocado en la curva de una carretera desencadena la trama de la película.
  • Para Jose Mari Goneaga, uno de los codirectores, 'Loreak' refleja ese clima del País Vasco, húmedo, gris, que es "casi como otro personaje: es muy vasca".
Los directores Jon Garaño (i) y Jose Mari Goenaga (d), y los actores Josean Bengoetxea (2i), Nagore Aramburu (3i), Itziar Ituño (2d) e Itziar Aizpuru (3d), posan para los medios gráficos en el Festival de Cine San Sebastián, donde han presentado su trabajo 'Loreak', que compite en la sección oficial.
Los directores Jon Garaño (i) y Jose Mari Goenaga (d), y los actores Josean Bengoetxea (2i), Nagore Aramburu (3i), Itziar Ituño (2d) e Itziar Aizpuru (3d), posan para los medios gráficos en el Festival de Cine San Sebastián, donde han presentado su trabajo 'Loreak', que compite en la sección oficial.
Javier Etxezarreta / EFE
Los directores Jon Garaño (i) y Jose Mari Goenaga (d), y los actores Josean Bengoetxea (2i), Nagore Aramburu (3i), Itziar Ituño (2d) e Itziar Aizpuru (3d), posan para los medios gráficos en el Festival de Cine San Sebastián, donde han presentado su trabajo 'Loreak', que compite en la sección oficial.

Un enigmático ramo de flores colocado en la curva de una carretera desencadena el torbellino de sentimientos que confluyen en Loreak, la película más vasca del 62 Festival de San Sebastián y no solo por llevar el euskera a la sección oficial, sino por su emotividad y sus mujeres.

Un toque femenino de tres enormes mujeres vascas que, "aunque ellas no lo crean, se parecen", explica tras la presentación de la película en el festival uno de los codirectores del filme, Jon Garaño, que junto a Jose Mari Goneaga han conseguido que este certamen seleccione por primera vez una película rodada en euskera en la competición por la Concha de Oro.

En Loreak, una mujer recibe cada semana flores y no sabe quién las envía; otra, no puede con la curiosidad y la incertidumbre que le provoca el ramo de flores que cada semana alguien coloca en la curva donde su marido se mató en accidente de coche. Y la tercera, la madre del hombre muerto, necesita recordar.

Para crear estos personajes, apunta Garaño, tiraron "de familia o gente cercana. Son personas (las protagonistas) que no comparten su visión del mundo ni de la familia, les cuesta cambiar, son gente de ideas fijas". "Las flores son el núcleo de la historia. No tienen significado de por sí hasta que los personajes se lo van dando: son sus deseos, sus frustraciones, sus circunstancias del momento, las que suponen una cosa u otra", explica Goenaga.

"La película está estructurada en dos partes que se sirven de las flores como juego de espejo entre ambas, envés y reverso de las historias que cambian según las reciben unos u otros personajes", explica Goenaga. "Es como un puzzle, son dos historias que parten de puntos de vista diferentes con personajes que se van cruzando (...)", apunta el codirector, Garaño.

Los directores, documentalistas que llevan más de trece años trabajando juntos, discuten "a veces", pero reconocen que hubo más peleas en su primer largo, 80 egunean (80 días). Loreak refleja ese clima habitual del País Vasco, húmedo, gris, que se constituye "casi como otro personaje: es muy vasca", concede Goenaga sobre este film.

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