El precandidato socialista a la Alcaldía de Madrid Enrique del Olmo se ha manifestado este lunes convencido de que puede lograr los avales necesarios para concurrir a las primarias municipales del PSM (un 20% de la militancia), así como su confianza en que puede "provocar una corriente de simpatía" entre partidarios del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, que se retiró de la carrera por la alcaldía de la capital.

En declaraciones a los medios en la entrada de la sede del PSM, donde ha presentado oficialmente su candidatura a las primarias para elegir al candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Del Olmo ha considerado también que la presencia mediática de su único adversario por el momento, el diputado regional Antonio Miguel Carmona puede jugar "a favor y en contra de los dos".

En cuanto a las diferencias entre él y su adversario, ha dicho que tendrían que "confrontar", al tiempo que ha afirmado que él está "plenamente convencido de que Madrid se tiene que ganar y se puede ganar, plenamente convencido de que para ganarlo hay que tener desde el comienzo una voluntad de cambiar el rumbo político de la ciudad y hay que convocar a todas las fuerzas de la izquierda y los movimientos sociales para lograrlo".

"Esto no es una tarea del PSOE exclusivamente", ha agregado al respecto. En ese sentido, ha señalado que "cuanto mejor esté el PSOE, mejor para los madrileños", pero, a su juicio, los socialistas tienen que ser "plenamente conscientes de que hay que provocar un movimiento unitario de agrupamiento de la ciudadanía madrileña para cambiar la ciudad".

Del Olmo ha recordado que anunció su decisión de presentar su candidatura hace casi un año, en noviembre de 2013, con un acto en el Círculo de Bellas Artes, porque consideraba que "había que dar un paso para cambiar la situación de Madrid y no veía suficiente respuesta tanto dentro del PSOE como a nivel de la izquierda madrileña". "Me presenté con la decisión de que este ciclo de gobiernos de la derecha de más de 25 años tenía que acabar y que todos teníamos que poner de nuestra parte todo aquello que pudiésemos aportar", ha manifestado el sociólogo y militante socialista, quien ha añadido que durante este año todo el equipo de su candidatura, Gana Madrid, ha ido aportando iniciativas y propuestas de cara a este momento, la presentación formal de la candidatura.

Para Del Olmo, "desgraciadamente, ni el reglamento ni la fórmula de las primarias es la que necesita ni el PSOE ni la sociedad madrileña". "Yo fui partidario desde el principio de unas primarias abiertas a toda la ciudadanía, como se han hecho en Barcelona, por ejemplo, de tal forma que ya la sociedad entrara en contacto con nosotros desde el primer momento y participase en la toma de decisiones", ha explicado, antes de lamentar que finalmente se haya establecido un mecanismo de primarias cerradas con un volumen importante de avales.

"Pero más allá de esas dificultades, la batalla política que habíamos empezado para cambiar el partido y, sobre todo, para ganar Madrid entre todos no podía abandonarla. En ese sentido, estoy convencido que los militantes y afiliados del PSOE van a querer ejercer su derecho democrático y el primer derecho democrático es que haya confrontación democrática, que yo y los demás candidatos que se presenten podamos debatir públicamente nuestras propuestas y la idoneidad de las candidaturas para llegar a la alcaldía de Madrid", ha agregado.

Del Olmo ha reiterado su críticas al número de avales exigido, que ha cifrado en "casi 1.200", un 20% de la militancia, a pesar de haberse manifestado "convencido" de poder lograrlos. "En mi opinión no aportan absolutamente nada, lo único frenan la competencia democrática. Mucho mejor que se presenten los candidatos que quieran y en una segunda vuelta se defina quién es el candidato", ha sostenido.

No obstante, ha dicho que éste es el terreno de juego por el que se ha optado y frente al cual ha manifestado su oposición, pero que eso no quita para que no dé la batalla, porque considera que "hay un sentir en la gente de que quiere participar, el volumen de avales se lo dificulta pero también la gente puede tomar la opciÓn de avalar para que haya ese debate democrático".

Del Olmo ha dicho que le hubiera gustado que Lissavetzky siguiera en la carrera de las primarias porque "refleja la tradición de oposición en el Ayuntamiento de Madrid", aunque ha reconocido que "mentiría" si dijese que no le favorece,  "porque no es lo mismo competir con dos personalidades políticas potentes que hacerlo solamente con uno", y a su vez cree que puede "provocar una corriente de simpatía" entre partidarios del portavoz municipal.

Entre sus prioridades si alcanza la Alcaldía de Madrid se encuentra "potenciar las juntas de distrito", lo que significa "no solamente hablar bien de los barrios, sino una descentralización efectiva, administrativa, política y presupuestaria", un camino por el cual los ciudadanos pueden empezar a participar en la identificación de las partidas presupuestarias que quieren priorizar en sus distritos, ha agregado.

Por otro lado, ha afirmado que "no puede haber ni la más mínima sombra de corrupción en un nuevo gobierno y administración munIcipal, pero ni siquiera cualquier tipo de preferencias y actuaciones favorables a tal o cual poder económico como desgraciadamente sucede en la administración local en estos momentos, a traves de licitaciones y pliegos de condiciones que favorecen a unas pocas empresas, un oligopolio de empresas".