Del caso Wanninkhof al Códice Calixtino: el éxito de las series basadas en hechos reales

El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.
El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.
EFE
El Códice Calixtino expuesto en la Sala Capitular de la Catedral de Santiago.

Las cadenas de televisión ya saben que las producciones basadas en hechos reales son un valor seguro. El éxito de audiencia de miniseries y tv movies como 23-F: el día más difícil del Rey, Mi Gitana (sobre Isabel Pantoja) o La Duquesa ha hecho que, incluso en momentos de baja producción televisiva, siempre haya hueco para este tipo de ficción.

El último caso es el de una miniserie basada en el robo del Códice Calixtino, que ya ha comenzado a rodarse. Códice constará de dos capítulos de 90 minutos y está producida por la Televisión de Galicia y Ficción Producciones. El trío protagonista estará formado por Francis Lorenzo (Águila Roja), en el papel del comisario, María Vázquez (La Fuga, Ana y los siete) como la inspectora y Miguel de la Lira, que interpretará al electricista Manuel Fernández.

La narración abordará los puntos de vista de la Iglesia, del equipo de investigación, de un grupo de periodistas y el del ladrón confeso, un hombre aparentemente sencillo y religioso que tras robar más de 3 millones de euros de la catedral se apropia de una de las más preciadas piezas de su biblioteca por orden del deán, según su testimonio.

El éxito de este tipo de producciones está en su temática, siempre ligada a sucesos históricos de gran interés, temas de actualidad (a menudo sucesos trágicos) o biografías de personajes muy conocidos. En este último caso, las figuras polémicas o ligadas al mundo del corazón son las que más atraen al público.

El atractivo de celebridades del mundo de la política, la aristocracia y la farándula ha dado lugar a ficciones televisivas sobre la reina Sofía, Alfonso de Borbón, la duquesa de Alba, Carmen Cervera, Adolfo Suárez, Raphael, Marisol, Isabel Pantoja, Mario Conde, Carmina Ordóñez o Paquirri, entre otros.

Más polémicas suelen ser las series y telefilmes ligados a asuntos de relativa actualidad, sobre todo cuando aún son muy recientes y están relacionados con víctimas mortales. Ese fue el caso de Vuelo IL 8714, una miniserie sobre la tragedia aérea de Spanair en Barajas. Fue estrenada por Telecinco en 2010 a pesar de las protestas de la Asociación de Afectados y otros colectivos.

También han tenido hueco en la televisión sucesos como el caso Wanninkhof (de título homónimo), la desaparición de la pequeña Mari Luz Cortés (Días sin luz), el caso de Anabel Segura (El secuestro de Anabel), el asesinato de dos jóvenes en Betanzos en septiembre de 2008 (La ira), la trama de corrupción policial descubierta en Coslada (El Bloke. Coslada Cero), la Operación Malaya (también de título homónimo), los mineros chilenos atrapados durante 17 días en una mina (Los 33 de San José), el secuestro del Alakrana (Alakrana), los casos de bebés desaparecidos (Niños robados)...

Hace poco, Carmen Machi volvió a la televisión como protagonista de una de estas miniseries basadas en hechos reales, Rescatando a Sara, en la que se narra la lucha de una madre coraje española por recuperar a su hija, secuestrada por su padre musulmán.

Menos polémicas —por la distancia temporal— pero igual de exitosas resultan las producciones basadas en hechos ya históricos. Entre las miniseries más conocidas de esta categoría se encuentran 23-F: El día más difícil del Rey, Una bala para el rey (sobre el intento de asesinato de Juan Carlos I por parte de ETA en 1995), 20-N: Los últimos días de Franco, El asesinato de Carrero Blanco y Carta a Eva (sobre el viaje de Eva Perón a España).

A medio camino entre el biopic, la actualidad, el suceso histórico y la pura ficción se encuentra Felipe y Letizia, la criticada miniserie de dos capítulos emitida por Telecinco en 2010 en la que se contaba la historia de amor del ya rey de España y la antigua periodista de TVE.

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