Los trabajadores

A los empleados se les facilitaba por parte de la empresa la utilización de un autobús para su transporte de ida y vuelta hasta el centro de trabajo desde hacía más de veinte años. Dicho centro disponía también de plazas de aparcamiento, en número limitado.

En el año 1994 se produjo el traslado de los trabajadores, por cambio del centro de trabajo, a una ubicación situada también dentro de Madrid. Al producirse este traslado, la empresa y los representantes legales de los trabajadores llegaron al acuerdo de que el servicio de transporte se seguiría prestando.

El día 5 de julio de 2005 la empresa notificó a todos los trabajadores por correo electrónico (tablón electrónico de noticias) que el servicio de autobús sería definitivamente suprimido a partir del día 18. Los trabajadores reclaman que este servicio no puede ser eliminado por decisión unilateral de la empresa, puesto que supone una condición beneficiosa que han adquirido y consolidado los trabajadores.

La empresa

Dice que no puede concluirse que el servicio de autobús, del que disfrutaban los trabajadores de la demandada desde 1994 hasta 2005, constituye un derecho laboral a favor de los trabajadores, pues no ha sido acordado de forma voluntaria por la empresa con el fin de que fuera consolidada.

No estamos, a su juicio, ante un derecho adquirido a favor de los empleados, ya que no ha existido voluntad expresa de la empresa para la concesión de ese derecho.

La sentencia

El tribunal considera que la empresa ha mantenido el servicio de transporte para sus trabajadores desde 1973, sin interrupción, hasta el año 2005 y determina que, aunque esta circunstancia no es suficiente para que el derecho se consolide como adquirido, sí lo es que ha existido un acto de voluntad empresarial de «obligarse para el futuro» y eso ha quedado acreditado a lo largo del procedimiento, por lo que condena a la empresa a reinstaurar el servicio de transporte eliminado.

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