La Diputación de Sevilla, gobernada por Fernando Rodríguez Villalobos, se ha comprometido este viernes a estudiar la propuesta que la Fundación SAMU, dedicada al respaldo de los colectivos de personas vulnerables, pretende hacer para antiguo hospital psiquiátrico de Miraflores, propiedad de la institución provincial, algo para lo que la citada fundación ha de realizar el proyecto para el futuro de este centro que se encuentra pendiente de derribo.

Estos son los acuerdos alcanzados en la "primera toma de contacto" mantenida este viernes por responsables de la fundación con la Dirección de Cohesión Social y Organización.

Según informan fuentes de la institución provincial a Europa Press, se trata de la primera vez que la fundación acude a Diputación, a la que le ha presentado "su objeto social y se ha comprometido a hacer un proyecto para el citado hospital, ya que no conoce el entorno".

En este sentido, la Diputación sevillana se ha comprometido a estudiar en profundidad el proyecto que presente "como hace con cualquier otra iniciativa" para la provincia, según indican las mismas fuentes.

Cabe recordar, en este contexto, que la Diputación ha licitado un contrato destinado a la demolición del antiguo hospital psiquiátrico de Miraflores, un antiguo complejo ubicado junto al barrio de Pino Montano, entre el trazado norte de la autovía de circunvalación SE-30 y la carretera SE-020 o Ronda Supernorte. El recinto, propiedad de la Diputación, dejó de acoger enfermos mentales allá por 1999 y, según la información recogida por Europa Press, el proyecto de demolición cuenta con un presupuesto de 572.921 euros y está ya en fase de licitación.

La Fundación SAMU, este mismo miércoles, se ofrecía a explotar el antiguo hospital psiquiátrico de Miraflores "con el objetivo de darle un uso psico social y sin tener que ser derribado", según un comunicado de esta fundación socio sanitaria. La organización admite el "deterioro" del conjunto arquitectónico, extremo que de hecho esgrime la Diputación para acometer su derribo, pero expone que algunos pabellones "sí se han ido rehabilitando" y son susceptibles de ser aprovechados.