El año pasado cumplió 30 años en el mundo moda. En ese tiempo, el argentino Roberto Torretta, madrileño de adopción, ha vestido a famosas, ha cosechado diversos premios y ha cultivado una parroquia fiel de clientes y admiradores. Con varias Madrid Fashion Week a sus espaldas (debutó en la feria en 1996, cuando esta aún se llamaba Pasarela Cibeles), este sábado, día 13, volverá a desfilar por su pasarela para presentar la colección primavera-verano de 2015.

Después de 31 años, ¿ve la moda igual que cuando empezó?

No, no veo nada igual. Ha cambiado tanto como ha evolucionado España desde los años 70. Entonces había muy poca oferta y ninguna cultura de moda; hoy hay una oferta enorme, global, y la gente sabe qué quiere.

¿Hay que ser un poco adivino para recrear en la pasarela las prendas que se llevarán un año después?

Trabajamos las colecciones con un año y medio de antelación. Más que dotes extraordinarios, utilizamos una dinámica dirigida a evolucionar sobre las colecciones anteriores. Adivinos, tal vez no, pero sí hay que predecir qué es lo que va a venir...

¿Y cuál es su bola de cristal?

La calle es fundamental. Hay que observar lo que ocurre en ella, tanto dentro como fuera de España. En Madrid, por ejemplo, están ocurriendo cosas importantes: hay barrios nuevos con gente joven, tiendas nuevas con propuestas diferentes... La calle dice mucho.

¿Entonces la pasarela no es el referente?

Calle y pasarela se retroalimentan. Yo recojo algunas cosas de la calle, las proceso, las actualizo y las adapto al concepto Torreta. La pasarela también da mucha información porque reinterpreta el momento que estamos viviendo, lo pasa por su filtro y, finalmente, lo expone.

¿Por qué ve el verano de 2015 asimétrico y con distintas capas, como señala su colección?

Nuestra firma se dirige a una mujer que va evolucionando y necesita propuestas nuevas. Si anteriormente presentamos siluetas estrechas, ahora hemos apostado por el volumen, las faldas de vuelo, las quillas y por algún volante. Hay unos vestidos de cuero voluminosos estupendos. La colección es muy elegante y, como siempre, tratamos de que sea superfemenina, sofisticada y urbana, nuestras señas de identidad.

¿Qué nota pone a los españoles en el vestir?

Personalmente estoy muy decepcionado con la globalización porque ha vulgarizado todo, también la moda. Antes cada país tenías unas  características propias y ahora todo se ha uniformado. Por otra parte, España ha mejorado muchísimo, en solo la última década el cambio ha sido brutal. Hoy vas por la calle y podrías estar en cualquier capital europea, con los defectos y virtudes que eso significa.

Pese a ello, ¿algún país destaca aún por su buen gusto?

Todavía sigo viendo en Francia una apuesta importante por prendas y complementos buenos. Puedes ir con camiseta y vaqueros pero llevar un buen bolso. Ven las compras textiles como una inversión, no como un gasto, así que recurren a complementos y prendas de calidad, que te pueden durar años.

¿El modelo bueno es el que es atemporal?

En mi caso, quiero que mis prendas perduren, por eso están elaborados con tejidos buenos, están bien cosidas y bien patronadas. Nunca vamos a lanzar propuestas de tendencia rabiosa porque para mí sería un fracaso que una clienta abriera el armario y viera que su abrigo está pasado de moda solo un año después de comprarlo.

Con la que está cayendo, ¿cuánto cuesta estar a la moda?

Hoy hay una oferta tan grande, con todos los niveles de precio, que puedes ir a la moda incluso con un presupuesto bajo. El sector ha vivido un proceso de democratización, lo que constituye un adelanto.

Y usted, ¿cómo viste en su día a día?

Me gusta vestir moderadamente clásico con algunos detalles modernos. Lo que más tengo son camisas, soy un enloquecido de las camisas, ¡tengo muchísimas! Me suelo comprar siempre dos iguales porque me gusta tener un recambio de las cosas bonitas. Y tal vez porque soy Géminis y dicen que los de nuestro signo necesitamos tener las cosas a pares.

¿A qué mujer le queda por vestir?

He vestido a muchas... Una a la que aún no he vestido y me gustaría es Kate Moss. Siempre me ha encantado su imagen.

El movimiento cobrará un papel protagonista mediante los cortes asimétricos y triangulares. También habrá semivolantes y volúmenes en los bajos de los vestidos cortos y en los tops. Los trajes de chaqueta de manga corta llegarán combinados con pantalones extra large.  Todo esto convivirá con el cuero, que será voluminoso y monocromático en tono hielo.

Nació en Buenos Aires en 1950, pero ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Madrid, donde se trasladó a principios de los 70. En 1996 debuta en la entonces llamada Pasarela Cibeles. Desde entonces, no ha dejado de trabajar con éxito en el diseño tanto de moda como de complementos, ropa de hogar o accesorios de móviles.