Según han informado a Europa Press fuentes policiales, en estos nueve primeros meses del año se han registrado tantas localizaciones porque los inmigrantes, todos ellos menores de 18 años y de nacionalidad marroquí en su práctica totalidad, intentan a diario "colarse" en los ferrys, tanto de transporte de mercancías como de pasajeros.

Así han señalado que en esta estadística "se repiten muchos niños" porque aunque son interceptados por la Guardia Civil casi a diario y llevados al Centro de Acogida de Menores, "a los pocos minutos vuelven de nuevo al puerto" ya que no pueden ser expulsados a Marruecos "porque la Ley del Menor lo impide".

Los inmigrantes incluso duermen en las escolleras del puerto, entre las rocas, un lugar que está repleto de colchones que los propios menores han llevado a este lugar, para intentar "de forma permanente" ir de polizones a la Península.