Caldera anunció ayer que la cifra final de peticiones de regularización presentadas se eleva a 690.679, un dato que consideró un "éxito".

En rueda de prensa para presentar el balance del proceso que acabó el pasado sábado día 7, Caldera explicó que hasta las nueve de la noche de esa fecha se entregaron en las oficinas de la Seguridad Social 687.138, a las que se sumaron 3.541 presentadas en las delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno.

El último día del proceso se registró el número más elevado en todo el proceso (iniciado el 7 de febrero), con 54.744 solicitudes, y tres nacionalidades -Ecuador, Marruecos y Rumanía- concentran el 50 por ciento del conjunto de peticiones, agregó.

Del total de expedientes un 88 por ciento fueron admitidos, un 9 por ciento está pendiente de la presentación del certificado del empadronamiento y/o de antecedentes penales y un tres por ciento no ha sido admitido, dijo.

El ministro insistió en que a lo largo del proceso, el Gobierno no ha modificado las condiciones exigidas (contrato de trabajo, carecer de antecedentes y residir en el país antes del 8 de agosto de 2004), sino que optó por la flexibilización de algunos requisitos, en alusión a la aplicación del empadronamiento por omisión.

Esta fórmula, manifestó, fue aprobada en 1997 por el entonces ministro Mariano Rajoy, "lo único que hemos hecho es recordar la aplicación de esa figura"

Plan de inspecciones de trabajo

Jesús Caldera ha anunciado hoy, antes de la rueda de prensa que ha ofrecido en la sede de su ministerio, que el Gobierno pone en marcha desde hoy y hasta el próximo 31 de diciembre un plan para erradicar la economía sumergida que incluye 500.000 inspecciones de trabajo.

En el proceso participarán 1.700 inspectores y subinspectores, que tendrán que realizar unos cien trabajos al año. Esta semana, el ministro presentará el programa al mesa de diálogo de empresarios y sindicatos "para actuar de forma contundente con quien no cumple con la ley".

En una entrevista en la Cadena SER, Caldera ha respondido a las críticas que este fin de semana le ha lanzado el presidente del Partido Popular. "Qué hipocresía la de Mariano Rajoy, quien hizo tres procesos de regularización de inmigrantes cuando era ministro de Interior en las que no se pidió el contrato de trabajo, lo que significaba darle el pasaporte para trabajar en la economía sumergida".

El ministro ha dicho que Rajoy "no tiene ninguna autoridad para criticar, porque permitió que los extranjeros trabajaran de forma ilegal".