Ella fue la estrella y casi la última en entrar a la cena (el último fue Pocholo), que se celebraba en el Mercado Central y que se transformó para la ocasión: lo mismo habían frutas y verduras que bolsos de Prada en los puestos.

Sin alfombra roja y con un atasco de coches de lujo de fondo, pasaron la princesa de Orleans, la siempre expresiva Antonia Dell’Atte, que saludó "al pueblo", o Ágata Ruiz de la Prada, muy visible con una diadema de estrellas rosas. Nacho Duato levantó exclamaciones, aunque no tantas como Boris Izaguirre.

Otras de las invitadas ilustres fue Inés Sastre, que llegó con su marido y un vestido de lentejuelas con la espalda al aire. Y Eugenia Martínez de Irujo, que dejó en casa a su Gonzaló Miró.

Angelina Jolie y Brad Pitt sonaron también como invitados, pero la lujosa marca se apresuró a puntualizar que no hacen promociones pagadas.