Muchos famosos se suman a la tendencia de no tener hijos

  • Jennifer Aniston ha desmentido los rumores sobre su posible embarazo y ha asegurado que no necesita tener hijos para reafirmarse como mujer.
  • Aun así, varias publicaciones aseguran que la actriz está encinta.
  • Son muchas las celebridades que afirman que no necesitan hijos.
Jennifer Aniston, George Clooney y Cameron Diaz.
Jennifer Aniston, George Clooney y Cameron Diaz.
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Jennifer Aniston, George Clooney y Cameron Diaz.

Hace unos días, la actriz Jennifer Aniston, sorprendía a la prensa hablando muy claramente sobre los rumores realtivos a su supuesto embarazo, dejando muy claro que ni está encinta ni desea estarlo. "He dado a luz muchas cosas, me siento madre de muchas cosas, no entiendo esa presión a la que se somete a la mujer para que sea madre. Yo no necesito tener hijos para reafirmarme como mujer", dijo en una entrevista concedida al programa estadounidense Today, de la NBC.

Aun así, otras publicaciones como la revista OK Magazine insisten en que la actriz estaría embarazada. "El comentario en el círculo íntimo de Jen es que está embarazada de casi tres meses, pero no quiere que la noticia salga hasta que sepa seguro que el bebé va a estar bien", asegura la revista, que cita a un amigo cercano de la estrella y que señala que Aniston, de 45 años, se habría quedado embaraza tras un tratamiento de fertilización in vitro.

Otras celebrities tienen mucho más claro que pueden llevar una vida plena sin necesidad de tener descendencia. En 2009, Cameron Diaz hablaba sin tapujos sobre el tema: "Tengo una vida increíble y, en cierto sentido, tengo la vida que tengo porque no tengo hijos. No creo que sea una obligación tener hijos y no creo que sea una obligación no tenerlos, simplemente me parecen opciones distintas".

Tampoco Renée Zellweger, unida irremediablemente a la imagen de Bridget Jones, ha sentido nunca la llamada del instinto maternal. "La maternidad nunca ha sido una ambición para mí. Tan sólo quiero ser independiente y ser capaz de cuidar de mí misma", dijo en una ocasión. El año pasado surgieron rumores que indicaban que la actriz podría estar interesada en adoptar un niño, pero a día de hoy sigue sin ser madre.

Más tajante resulta aún la veterana Helen Mirren: "No tengo instinto maternal alguno". "No estaba en mi destino. Esperé pensando que podría pasar, pero nunca pasó y no me importó lo que la gente pensara", asegura. "Ninguna mujer debería tener que explicar por qué no tiene hijos", dijo la actriz en una entrevista en la que no dudó en defender a las mujeres de treinta y tantos o incluso cuarenta años que reciben una presión constante por el hecho de no tener hijos.

Ellen Degeneres y su esposa, Portia de Rossi, tampoco tienen interés alguno en la maternidad. "Para hacerlo, realmente tienes que querer hijos y ninguna de nosotras quiere, así que sólo vamos a ser yo, Ellen y ningún bebé", dijo De Rossi en una ocasión, en la que presumió de estar felizmente casada con su mejor amiga. En esta lista también hay que incluir a la reina de la televisión estadounidense Oprah Winfrey. "No he tenido hijos y nunca he pensado que los tendría", reveló en una ocasión.

En España, Maruja Torres ha manifestado en infinidad de ocasiones que lo suyo no es ser madre y Maribel Verdú ha sido interrogada infinidad de veces por la prensa tras haber declarado que ella y su marido, Pedro Larrañaga, no necesitan tener hijos para ser felices.

Hay muchísimos más casos y, por supuesto, no todos están ligados a personajes famosos. Muchas mujeres, cada vez más, deciden no tener hijos y centrarse en sí mismas, lo que ha dado lugar a lo que algunos sociólogos ya llaman Generación NoMo (Not Mothers). Sin embargo, esta tendencia no sólo afecta a las féminas, también hay muchos hombres que no tienen en sus planes levantarse en plena madrugada para darle el biberón a un pequeño "miniyo".

'No' a la paternidad

Quizá el caso más conocido es el de George Clooney. "Siempre he sabido que la paternidad no era para mí. Criar a los niños es una responsabilidad gigantesca y tiene que ser tu prioridad número uno. Para mí, esa prioridad es mi trabajo. Ese es el motivo por el que no me voy a casar de nuevo", afirmó hace unos años el exitoso actor a la edición australiana del Daily Telegraph.

Sin embargo, el actor acaba de anunciar que contraerá matrimonio con la abogada Amal Alamuddin en Venecia dentro de dos semanas, así que, ¿quién sabe?, quizá el actor también se arrepienta de su decisión respecto a tener hijos.

Jon Hamm, muy conocido por su del publicista Don Draper en la serie Mad Men, es otro caballero con las ideas muy claras: "Sería una padre terrible. Veo a mis amigos con hijos y les digo: ¿cómo puedes estar ahora mismo aquí en el trabajo en posición vertical a las 6 de la mañana?".

Otras dos grandes rostros de la televisión estadounidense, Jay Leno y Ricky Gervais, son de una opinión similar. "Desde pequeño tenía claro que nunca me casaría ni tendría hijos", afirma Leno, quien finalmente sí se caso pero no ha tenido hijos. Gervais, en su estilo, es aún más explícito en sus declaraciones: "Mi pareja y yo nunca quisimos ser padres ni todo lo que eso conlleva, la pérdida de libertad y de la total dependencia".

En ninguno de estos ejemplos existe la figura del hombre soltero que no busca compromiso, ya que actualmente todos ellos tienen novia o esposa. Se trata de un tipo de pareja cada vez más habitual que se conoce con el término anglosajón dinky o dink, acrónimo acuñado en la década de los 80 a partir de los conceptos double-income; no kids ("doble sueldo sin hijos"), personas que han creado familias sin hijos por elección. Este modelo, que casi puede considerarse un movimiento, está ligado a otros conceptos como childfree o childless by choice.

Según Gerardo Meil, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, la renuncia a tener hijos es, tras el crecimiento del número de madres solteras, la tendencia más reseñable en la sociedad actual. "No es muy fuerte, pero sí es una tendencia", asegura. "El principal motivo de este aumento es la progresiva pérdida de presión social. Casi todo el mundo acepta ya que para ser feliz no hace falta tener hijos", cuenta el profesor.

"Antes, cuando se formaba una pareja y pasaba un tiempo sin anunciar un embarazo, los padres, amigos, familiares... no tardaban en preguntar "¿cuándo nos vais a dar nietos?", "¿hay algún problema?", "¿no va bien la cosa?". Hoy en día se suelen plantear visiones alternativas igualmente válidas. Se piensa que no es justo traer a un niño a un mundo tan complicado, que no hay trabajo, que tendría que irse a otro país... O bien que dan muchos problemas y privan de muchas libertades", detalla Meil.

"Actualmente se cuestiona la naturalidad de tener hijos. Es un pensamiento que se ha extendido y se ha convertido en algo legítimo y no cuestionable", afirma el catedrático.

En cuanto a la relación entre esta tendencia y el cambio de rol de la mujer en la sociedad, Gerardo Meil señala que no está muy claro. "En los 70 y los 80, en los países en los que más mujeres se incorporaban al mercado laboral había menos natalidad que en lo más tradicionales. Sin embargo, en la actualidad, hay más fecundidad en los países con más mujeres trabajadoras. A día de hoy, es más fácil mantener a los hijos si trabajan los dos miembros de una pareja que si sólo lo hace uno", sentencia.

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