El abanico de 'partidazos' disponibles para la hija pequeña de los Príncipes de España tiene muchas más varillas que el de su hermana Leonor. La mayor, por ser la futura princesa de Asturias no puede casarse con otro heredero a menos que uno de los dos renuncie al trono.

Noruega

Sverre Magnus, el tercer hijo de Haakon y Mette Marit podría ser un buen candidato. Sverre Magnus nació el 3 de diciembre de 2005 en el Rikshospitalet de Oslo, y es hijo de Sus Altezas Reales el Príncipe Heredero Haakon Magnus y la Princesa Mette-Marit. El Príncipe es el tercero en la línea de sucesión al trono, tras su padre y hermana, Su Alteza Real la Princesa Ingrid Alexandra. El Príncipe fue bautizado el 4 de marzo de 2006 en la capilla del Palacio Real de Oslo. También hay otro candidato, Marius, el hijo de Mette Marit tuvo de soltera, todo un príncipe sin sangre real en la corte de Oslo.

Las dos familias reales mantiene una relación excelente. Don Felipe y Haakon Magnus han sido cómplices, amigos y confidentes. El heredero noruego, cuya vida privada guarda enorme paralelismo con la de Don Felipe, fue quien le presentó a Eva Sannum y una de las personas que más le ha apoyado en momentos claves de su vida.

Dinamarca

El pequeño Christian de Dinamarca, nacido el 15 de octubre del 2006, es un partido excelente para la segunda Infantita. Tras su padre, el príncipe Joaquín, ocupa el segundo lugar en la línea dinástica. Algún día se sentará, por lo tanto, en el trono del país nórdico. Si la pequeña infantita contrajera matrimonio con él se convertiría en soberana de los daneses.

Como otros herederos reales no tiene un nombre, sino cuatro: Christian Valdemar Henri John. El primero, Christian, es casi obligado. A lo largo de cuatro siglos se ha producido una alternancia entre los nombres de Federico y Christian. El nombre de Valdemar lo lleva en honor de Valdemar I, fundador de la actual dinastía. Henri, en honor del abuelo paterno, Henri Laborde, conde de Montpezat, el marido de la reina Margarita que siempre ha requerido un protagonismo que no se le ha dado. El cuarto nombre lo lleva en honor al abuelo materno, el profesor de matemáticas John Donaldson.

Bélgica

Gabriel y Emanuel de Bélgica, segundo y tercer hijo de los Príncipes herederos belgas, tienen edades muy apropiadas para congeniar con nuestras infantitas: cuatro años y año y medio respectivamente. Rubios, guapos y juguetones, a la sombra de la heredera, la princesa Elisabeth, causan sensación en la prensa del corazón de los Países Bajos.

Liechtenstein

El pequeño país es una auténtica cantera de príncipes azules. Por supuesto, los hijos del heredero y Sophia de Baviera: El Príncipe Joseph Wenzel Maximilian María, nacido el 24 de mayo de 2005, sería un marido perfecto, aunque le llevaría 12 años a la pequeña Infanta. Georg Antoninus Constantin María, tercer hijo de los príncipes, nació, en cambio, el 20 de abril de 1999 ; el benjamín, Nikolaus Sebastian Alexander María vino al mundo el 6 de diciembre del año 2000.

Por si no hubiera suficientes candidatos en el principado, también está el pequeño Lukas María, hijo de Tatiana de Liechtenstein, considerada durante mucho tiempo como la candidata perfecta a contraer matrimonio con el Príncipe Felipe.

Luxemburgo

Gabriel Michael Louis Ronny de Nassau, el primer nieto de los soberanos de Luxemburgo, nació el 12 de marzo del 2006 antes de que sus padres, el príncipe Luis y Tessy Anthony, estuvieran casados. Su progenitor ha renunciado a sus derechos a la sucesión al trono, pero el pequeño, que asistió a la boda de sus padres, es la verdadera joya de la corona luxemburguesa, especialmente para su abuela, la Gran Duquesa.

Mónaco

El pequeño Therry Alexander, hijo del Príncipe Alberto de Mónaco y la azafata togolesa Nicole Coste, cumplirá el próximo 24 de agosto 4 años. A excepción de la entrañable amistad que la reina Sofía mantiene con su primo Ernesto Augusto de Hannover y su esposa Carolina, los contactos entre los miembros de la dinastía de Mónaco y la Casa Real española son escasos. Una hipotética boda entre el pequeño Alexander y cualquiera de las dos hijas de los Príncipes de Asturias, altamente improbable, pondría remedio a la situación.